Como consecuencia de los ataques armados de que fueron víctimas trabajadores del volante y la quema de un camión urbano, se paralizó parcialmente el transporte público en Acapulco.

La tarde de este domingo decenas de usuarios vivieron una pesadilla para poder tomar transporte en las paradas y poder regresar a sus hogares.

Esto luego de la jornada de violencia que sufrió el transporte público, que dejó un saldo de un camión urbano y un taxi incendiado, así como un urbanero herido.

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Los hechos violentos ocurrieron a pesar de la llegada de 400 elementos de las fuerzas especiales de reacción e intervención de la Guardia Nacional, para reforzar los operativos de seguridad en el puerto de Acapulco.

Sin embargo, los trabajadores del volante a partir de las 6 de la tarde decidieron parar y no cubrir sus rutas por temor a ser víctima de la delincuencia.

Como consecuencia, las paradas lucieron abarrotadas de usuarios que tratan de conseguir transporte y, tal parece se repetirá de nuevo la suspensión del servicio del transporte por la violencia.