El primer caso de denuncia ante la Fiscalía General del Estado (FGE) por maltrato animal fue cerrado sin hacerse justicia para los perritos Canela y Negrito, debido a las amenazas que recibió la abuela del niño que fue testigos de como un hombre mato a machetazos a estos dos canes en la comunidad de la Laguna, en San Marcos.
La presidenta de la Fundación de Comunidades Marginadas y Bienestar Animal (Fundacom), Ángeles López Sotelo, lamentó la burocracia con la que actuó la Fiscalía General de Estado, donde pidió que se capacite a sus agentes del ministerio público para atender casos de maltrato animal en base a la ley pues tardaron un año para llevar acabo este proceso y no se hizo justicia.
Lea también: Más de 15 denuncias al mes recibe Ecología por maltrato animal
“Hacemos un llamado a la Fiscalía de Guerrero para que prepare a sus ministerios públicos porque desconocen el marco legal que protege a los animales de compañía y no conocen la ley 491 del código penal y no tienen los instrumentos de trabajo para realizarla”.
El 23 de abril de 2023 en la comunidad de La Lagunilla, perteneciente al municipio de San Marcos en la Costa Chica de Guerrero, un campesino con machete en mano quiso agredir a un menor de 12 años de edad que caminaba por el campo con sus dos perros Canela y Negrito, pero estos defendieron al niño del presunto agresor y esté los mato a machetazos.
Ángeles López dijo que los dos perros eran suyos y que estaban bajo el cuidado temporal de la familia del menor, por lo que ella como responsable acudió al Ministerio Público de San Marcos a poner la denuncia, pero fue enviada al MP del Coloso.
El caso después de un año solo faltaba ratificar la denuncia por la abuela y tutora del niño que atestiguó la agresión a machetazos contra dos perros Canela y Negrito en San Marcos, pero por amenazas del agresor y temor decidió declinar y ya no declarar ante el Ministerio Público, ocasionando que se quede sin efecto la denuncia hecha en abril de 2023.
Dijo que además hubo por parte de la familia desconfianza de las autoridades de la Fiscalía de Guerrero, pues al agresor le avisaron que se ratificó la denuncia y que en breve podría salir la orden de aprehensión por lo que huyo.
Comentó que la abuela del menor, de 80 años, que tenía que ratificar la denuncia por el homicidio de los dos perritos criollos tenía miedo porque vive con su nieto de 12 años, y es vecina de familiares cercanos al agresor de los perros.
“La señora que me resguardaba a los dos perros ha recibido amenazas, no confía en las autoridades y me pidió no ratificar, no hay elementos para continuar con el juicio y lo que nos queda esperar la justicia de Dios”.
El primero caso de maltrato que fue demandando ante la Fiscalía de Guerrero se cerró por amenazas contra la testigos y burocracia de las mismas autoridades encargadas de hacer justicia.