En un intento de desarme de policías ciudadanas de la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (UPOEG), por parte de un convoy de efectivos de La Marina, Policías Federales y estatales sitiaron la casa de justicia en el poblado de Xaltianguis en Acapulco, provocó el cierre de la carretera federal Acapulco-México durante casi cuatro horas, donde un helicóptero sobrevoló la zona.
Como consecuencia de los enfrentamientos del domingo, pobladores informaron que al menos 15 escuelas suspendieron clases, entre ellos siete primarias, dos secundarias, el Colegio de Bachilleres que se ubica en la entrada al poblado, y jardines de niños.
La acción de las corporaciones de seguridad, se realizó luego de los hechos violentos ocurridos el fin de semana en el mismo poblado, donde dos hombres fueron ejecutados, uno de ellos tras un enfrentamiento el domingo entre policías ciudadanos de la UPOEG y policías comunitarios; así como una mujer lesionada.
Cerca de las dos de la tarde, unas 20 camionetas con efectivos de las corporaciones antes mencionadas, arribaron a la comunidad, perteneciente a la zona rural del municipio y se dirigieron a la casa de justicia donde ingresaron a la base de la policía comunitaria, y tras intentar dialogar se generó un conato de enfrentamiento.
Los elementos de las fuerzas de seguridad, decomisaron el armamento de unos 15 comunitarios debido a que son de uso exclusivo de las fuerzas armadas, y fueron trasladadas a una patrulla de La Marina; luego de unas cuatro horas fueron devueltas.
Derivado de esta acción, los pobladores bloquearon la carretera federal Acapulco-México en ambos sentidos, en protesta, donde atravesaron taxis colectivos y señalamientos, a unos metros de la comandancia comunitaria y el puente peatonal, mientras que los agentes policiacos se mantuvieron vigilando las inmediaciones de la zona y base policiaca.
Los inconformes reprocharon a los agentes policiacos que desde el sábado que se registraron los ataques y enfrentamientos en el poblado, entre ambos policías, comunitarios y ciudadanos, no habían acudido, y sólo llegaron a desarmar a los policías.
Sin embargo, otro grupo de pobladores, unos 50, llegaron alrededor de las cinco de la tarde, a la comandancia, para pedir que las fuerzas federales que se quede a resguardar al poblado.
Luego de cuatro horas, poco después de las seis de la tarde, las fuerzas de seguridad se retiraron del lugar, y la vía federal fue liberada.
El sábado por la noche, una vivienda relacionada a la familia del comandante regional de la UPOEG, Ernesto Gallardo Grande, fue atacada a balazos por hombres armados en el poblado de Xaltianguis en Acapulco, cuando se llevaba a cabo un convivió; durante la madrugada derivado de la agresión un taxista fue asesinado a balazos y una mujer resultó herida, y la mañana del domingo, en un nuevo enfrentamiento un hombre fue ejecutado, informó el dirigente, Bruno Plácido Valerio, en conferencia de prensa, ese mismo día por la tarde.
El dirigente de la UPOEG, informó que tras los enfrentamientos del fin de semana llegaron al poblado 100 policías ciudadanos de la UPOEG, pero que estaban preparados para desplazar unos 500 elementos más.
Este domingo, Plácido Valerio señaló que este enfrentamiento fue contra un grupo criminal, quienes están instalados como policías comunitarios en el poblado, y a quienes acusaron que son presuntos "huachicoleros" que operan en la zona.
El pasado 19 de enero, El Sol de Acapulco, informó que, al afirmar que continuarían con el combate al robo de combustibles en la entidad, Plácido Valerio, aseguró que buscarían consensuar la manera en que serán juzgados quienes sean detenidos por este tema, con la finalidad de que la autoridad federal no los ponga en libertad argumentando que no existe delito que perseguir.