Al confirmar autoridades estatales la desaparición del director operativo de la Policía Preventiva Municipal de la Secretaría de Seguridad Pública de Chilapa, Isidro Casarrubias Tlatempa, y un policía, el obispo de la Diócesis Chilpancingo-Chilapa, Salvador Rangel Mendoza, pidió a los captores que los liberen con vida.

La desaparición se da a menos de un mes que fuera asesinado el secretario de Seguridad Pública de ese municipio, Abdón Castrejón Leguideño; Casarrubias Tlatempa y un policía segundo de nombre Edilberto “N” se dirigían a una escuela particular en Chilpancingo.

De acuerdo con fuentes de Seguridad Pública, el jefe policiaco y el policía salieron de Chilapa a bordo de un vehículo rumbo al Instituto Monserrat en la capital del estado donde estudiaban una licenciatura en Derecho los sábados, quienes se encontraban en descanso, pero no regresaron a sus casas.

Ayer, informaron integrantes del Grupo de Coordinación Guerrero, que familiares acudieron a presentar una denuncia ante la Fiscalía del Estado en la Agencia Especializada de Personas Desaparecidas.

Este domingo continuaba su búsqueda en un despliegue operativo por parte del Ejército y policías del Estado, además en redes sociales solicitaban el apoyo de las personas para su localización, “Por favor, si alguien los ha visto y pueda informar de su paradero. No se sabe nada de ellos. Isidro Casarrubias y Edilberto Santos, amigos y compañeros”, se leía en el mensaje.

Por su parte, el obispo de la Diócesis Chilpancingo-Chilapa, Salvador Rangel Mendoza, pidió a los captores del director operativo de la Secretaría de Seguridad Pública de Chilapa, Isidro Casarrubias Tlatempa, y de un policía que lo acompañaba, que los liberen.

En declaraciones, señaló que, en Chilapa, donde en lo que va del año suman ya unas 50 personas asesinadas, “ya hay muchas lágrimas y penas, por lo que su economía y turismo” han disminuido por los hechos violentos.

Cabe mencionar que a principios de abril, el obispo Rangel reveló que dialogó con un líder de una banda criminal de la Sierra de Guerrero para que no se registraran hechos de violencia contra candidatos en el presente proceso electoral, hecho que generó opiniones encontradas entre autoridades y diversos sectores de la sociedad.