Los líderes de los 27 países de la Unión Europea (UE) reaccionaron con energía y acordaron cerrar el espacio aéreo del bloque a aeronaves de Bielorrusia, como castigo por el aterrizaje forzado de un avión civil en la noche del domingo.
En la primera jornada de una Cumbre en Bruselas, los mandatarios también acordaron pedir a las compañías aéreas europeas que eviten sobrevolar el espacio aéreo de Bielorrusia.
En una parte de las Conclusiones de la Cumbre que ya fueron adoptadas este lunes, la UE también exigió a Bielorrusia la liberación inmediata del opositor bielorruso Román Protasévich, quien viajaba en el avión que fue obligado a aterrizar.
El escándalo estalló en la noche del domingo, cuando un vuelo de Ryanair que había despegado de Grecia con rumbo a Lituania fue forzado a aterrizar en Minsk, la capital de Bielorrusia.
En ese aeropuerto, la policía retiró de la aeronave a Protasévich y a su compañera, Sofia Sapega.
Posteriormente, el gobierno de Bielorrusia alegó que había recibido una advertencia de una bomba a bordo de la aeronave, que al final resultó ser falsa.
En las Conclusiones ya adoptadas este lunes, la UE pidió que Protasévich y Sapega sean liberados "de inmediato" y que "su libertad de movimientos sea garantizada".
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Los líderes europeos también "invitaron" al Consejo Europeo a expandir las sanciones ya adoptadas por la UE contra funcionarios bielorrusos, incluyendo el presidente Alexander Lukashenko.
Para ello, encomendaron al jefe de la diplomacia de la UE, Josep Borrell, a "presentar una propuesta" sobre sanciones económicas "sin demora".