Una explosión dentro de una mezquita en las afueras de Kabul, la capital afgana, dejó al menos 12 muertos durante las oraciones del viernes, mientras los feligreses se congregaban para la festividad de Eid al-Fitr durante un cese del fuego.
El grupo insurgente talibán, que declaró la tregua de tres días por la fecha religiosa, condenó el ataque en un comunicado.
Estado Islámico se atribuyó la responsabilidad del ataque el sábado a través de su agencia de noticias Nasheer en la red Telegram.
Ferdous Faramarz, portavoz de la policía de Kabul, dijo que el imán de la mezquita estaba entre los 12 muertos y que al menos 15 personas resultaron heridas en el estallido en el distrito Shakar Dara de la capital.
La explosión ocurrió menos de una semana después de que otro estallido, en una escuela, matara a 80 personas, la mayoría de ellas estudiantes de la minoría étnica chiíta hazara. Los talibanes también denunciaron ese ataque, que no se atribuyó nadie.
Funcionarios estadounidenses creen que la explosión en la escuela pudo haber sido obra de algún grupo militante rival como Estado Islámico. Esas organizaciones no firmaron el cese del fuego de mayo.
Los actos de violencia, incluidos los ataques contra civiles, han estado aumentado en Afganistán, incluso cuando Estados Unidos ha comenzado una operación para retirar todas sus tropas restantes durante los próximos cuatro meses.