El Papa Francisco apareció en público el domingo por primera vez desde que se sometió a una operación intestinal hace una semana, e hizo un llamamiento por una sanidad universal gratuita.

El Papa, de 84 años y a quien le extirparon parte del colon en la operación, salió al balcón de su suite en la décima planta del hospital Gemelli de Roma para dirigir su oración semanal ante cientos de personas que lo aclamaban.

Permaneció de pie durante unos 10 minutos, leyendo un texto preparado, aunque añadió muchos comentarios improvisados. Por momentos parecía que le faltaba el aire y su voz era a veces áspera, aunque su salud parecía buena en general.

Cientos de personas reunidas para verlo gritaban "¡Viva el Papa!" y agitaban banderas nacionales. Médicos y pacientes se asomaron desde otros balcones para observar.

"Fue una gran alegría volver a ver al Papa. Su voz estaba un poco temblorosa, pero el Papa es el Papa y queríamos estar aquí", dijo un sacerdote italiano que se identificó como el padre Massimiliano.

En la parte más improvisada de su discurso, Francisco dijo que la buena asistencia sanitaria debería ser accesible para todos y gratuita.

"En estos días que he estado en el hospital, he visto una vez más lo importante que es tener un buen sistema sanitario que sea accesible para todos, como existe en Italia y en otros países", señaló.

"Una salud gratuita y que garantice un buen servicio accesible para todos. Este precioso bien no debe perderse. Hay que mantenerlo y todo el mundo debe comprometerse con ello. Porque todo el mundo lo necesita", agregó.

Según la Organización Mundial de la Salud, la cobertura sanitaria universal significa que todos tengan acceso a los servicios que necesitan sin pasar apuros económicos.

El domingo fue la primera vez desde su elección como Papa en 2013 que Francisco no leyó la oración y el mensaje dominical desde una ventana con vistas a la Plaza de San Pedro, salvo cuando estaba de viaje.