El Papa Francisco expresó el miércoles su alegría al reanudar su audiencia general semanal en público por primera vez en seis meses, reflejando una disminución de los casos de coronavirus en Italia.

Durante el invierno boreal y principios de la primavera, el Papa pronunció su discurso semanal a través de un enlace de video de la Biblioteca Apostólica del Vaticano. El miércoles por la mañana, salió al patio de San Dámaso, donde se habían reunido varios cientos de fieles.

"Estoy feliz de reiniciar esta reunión cara a cara de nuevo, porque déjenme decirles algo, no es agradable hablar frente a nada, sólo a la cámara, no es agradable", dijo.

El pontífice de 84 años, que ya fue vacunado contra el virus, subió y saludó a algunos de los presentes, firmando un libro y vistiendo un sombrero rojo que le regaló un sacerdote.

El público se sentó en asientos dispuestos para asegurar el distanciamiento social y se revisó la temperatura de todos cuando llegaron. Muchos lugares quedaron vacíos.

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"Fue maravilloso escucharlo y ver lo cerca que estaba de nosotros. Fue un momento muy especial", dijo uno de los visitantes, Adriano Chang.

Durante lo peor de la crisis del coronavirus en noviembre pasado, Italia registraba más de 40,000 nuevos casos al día. El martes, ese número había caído a poco menos de 7,000.