Rusia trató de sembrar la campaña presidencial estadounidense de 2020 con "acusaciones engañosas o sin fundamento" contra el candidato Joe Biden a través de aliados del ex mandatario Donald Trump y su gobierno, dijeron el martes funcionarios de inteligencia en Washington.
La evaluación se hizo en un informe de 15 páginas publicado por la Oficina del Director de Inteligencia Nacional, que subraya que los aliados de Trump siguieron el juego al amplificar las afirmaciones contra Biden hechas por figuras ucranianas vinculadas a Rusia en el período previo a las elecciones del 3 de noviembre.
Biden derrotó a Trump y asumió el cargo el 20 de enero.
Las agencias de inteligencia descubrieron otros intentos de influir en los votantes, incluida una "campaña encubierta de varios frentes" por parte de Irán con la intención de socavar el apoyo a Trump.
El informe también desmonta una narrativa impulsada por los aliados de Trump de que China estaba interfiriendo en nombre de Biden, concluyendo que Pekín "no desplegó esfuerzos de injerencia".
"China buscaba estabilidad en su relación con Estados Unidos y no consideró que ninguno de los dos resultados electorales fuera lo suficientemente ventajoso como para arriesgarse a un revés si era descubierta", dice el informe.
Funcionarios de inteligencia dijeron que también vieron esfuerzos de Cuba, Venezuela y el grupo militante libanés Hezbolá para influir en las elecciones, aunque "en general, evaluamos que fueron de menor escala que los realizados por Rusia e Irán".
Las agencias de inteligencia estadounidenses y el ex consejero especial Robert Mueller concluyeron tiempo atrás que Rusia también interfirió en las elecciones de 2016 para impulsar la candidatura de Trump con una campaña de propaganda destinada a perjudicar a la demócrata Hillary Clinton.