Mientras en México los docentes tienen que esperar su turno según su edad, o a que el semáforo epidemiológico de su estado esté en verde, para recibir la vacuna contra Covid-19, Chile inmunizó en menos de dos meses, por lo menos con la primera dosis, a 90 por ciento de los profesores para regresar a las aulas de manera más segura.
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La nación sudamericana, destacada por ser el país de América Latina con más vacunados, inició en febrero con la inmunización a docentes y auxiliares de la educación mayores de 60 años, para después continuar bajando la edad hasta completar la vacunación de las 513 mil personas que laboran en la enseñanza de niños y adolescentes, todo antes del 1 de marzo, fecha en que los estudiantes regresaron a las aulas.
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“Hoy, siendo ya vacunada y avanzando el país con la vacunación masiva, se abre una luz de esperanza para nosotros los profesores para que volvamos a encontrarnos de manera más continua con nuestros niños”, afirma Alejandra Stark, quien es profesora de primaria y secundaria en Santiago de Chile y ayer recibió la segunda dosis de la vacuna.
En entrevista con El Sol de México, Alejandra narra su experiencia en el Colegio Sagrados Corazones, que ya reabrió sus puertas. La afluencia de estudiantes, relata, ha aumentado hasta llegar a casi 70 por ciento de la matrícula, cuando sólo dos alumnos asistieron el primer día.
La maestra considera que el hecho de que el sector educativo haya sido prioridad del gobierno chileno en la campaña de vacunación, ha dado seguridad a los padres para enviar a sus hijos a la escuela.
Alejandra indica que las clases presenciales se han llevado a cabo de manera escalonada por grados y días. El reto mayor es no perder el espacio ganado en términos de aprendizaje.
“Regresamos a la figura de niños mirándose las nucas (uno sentado detrás del otro en filas para evitar los contagios), algo que ya se había superado desde casi una década. Tenemos que enfrentar nuevamente el modelo de las bancas en fila, lo cual definitivamente representa un retroceso”, asegura. Y es que en la mayoría de las escuelas en Chile, los estudiantes suelen tomar clases en pequeños grupos, o uno junto a otro pero en una sola hilera, con el objetivo de lograr mayor interacción.
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Alejandra confía en que a medida que la inmunización continúe avanzando en su país, la educación chilena regrese a la normalidad y vuelva a ver todos los días a sus alumnos como antes.
