Si hay un bien por el que no todos los mexicanos pagan lo mismo, éste es el agua. Los precios son tan heterogéneos que una familia puede gastar desde uno hasta más de 20 pesos por cada metro cúbico consumido, dependiendo del lugar donde viva. Las tarifas de consumo doméstico más altas se cobran en las ciudades de León, Aguascalientes, Tijuana y Pachuca.
Los precios del agua para uso doméstico son tan dispares que entre Léon (donde cada metro cúbico cuesta 23 pesos) y Villahermosa (donde cada metro cúbico cuesta un peso), la variación es de más de 2000%.
En principio, las tarifas se determinan considerando lo que cuesta llevar el agua hasta el usuario final, es decir, la infraestructura y recursos humanos necesarios para trasladarla y proveerla.
Sin embargo, en ocasiones están sujetas a criterios político-electorales o el servicio se encuentra fuertemente subsidiado y no se cobra al costo que implica al organismo operador proveerlo.