El uso excesivo de la prisión preventiva causa el hacinamiento de las cárceles mexicanas, donde hay 188.262 internos, el 35 % de los cuales no ha recibido sentencia, aseguró este viernes el Centro de Estudios Sociales y de Opinión Pública (CESOP).
El Centro puntualizó que si bien resulta un desafío dar atención adecuada a los prisioneros en las cárceles, ha sido evidente que la falla también está en la procuración de justicia, si se observa especialmente el número de internos sin sentencia.
De acuerdo con un censo sobre población penitenciaria elaborado en 2017 por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), en las cárceles del país había una población de 188.262 prisioneros, el 95 % eran varones y el 5 % mujeres.
En cuanto a su estatus jurídico el 35 % de los presos no había recibido su sentencia y de este total, el 44 % eran mujeres que aún se encontraban sujetas a proceso.
En lo que respecta a los servicios básicos en las celdas, el Censo señalo que el 88,4 % de los prisioneros tiene un lugar para el aseo personal, que el 97,5 cuenta con el servicio de electricidad, el 94,4 % con drenaje y el 70 % dispone de agua potable.
El censo señaló que en promedio un tercio de la población penitenciaria se encuentra ya sea en cárceles de la Ciudad de México (30.979 reos) o el Estado de México (25.723 prisioneros).
Por el contrario, los estados mexicanos que tienen una menor cifra de prisioneros son Tlaxcala, con 701 reos, y Aguascalientes, con 1.254, explicó el censo.
Los prisioneros en el rango de edad de 30 a 39 años son mayoría en los centros carcelarios, incluso por encima del 32 % que constituyen el bloque de reos situados entre los 18 y 29 años.
Nueve de cada 10 presos desarrollaban empleos de baja percepción salarial como artesanos, chóferes, vendedores informales, obreros, antes de ser encarcelados.
Los gobiernos de los estados reportaron que unos 111.000 personas recluidas se mantuvieron con actividades ocupacionales, incluidos los 71.000 que estudiaban o recibían capacitación de algún tipo.
El 74 % de los reos declaró tener hijos o hijas, los cuales generalmente viven fuera de prisión con el padre o la madre.