La declaración de Ismael El Mayo Zambada, difundida por su abogado Frank Pérez debe ser considerada con cautela, pues es parte de una estrategia legal para beneficiar al capo en el proceso que enfrenta en Estados Unidos, señalan especialistas en temas de seguridad.
La excomisionada de la Policía Federal, Maribel Cervantes Guerrero, opinó que el presunto narcotraficante y su abogado, Frank Pérez, podrían estar comenzando una estrategia jurídica.
“Pienso que ha empezado (El Mayo) a decir lo que quieren escuchar (las autoridades estadounidenses). No sé si podrá probarlo, lo cual tampoco es que importe mucho, ya vimos que de dichos arman casos (las Cortes de EU). Ellos saben que entre más nombres den, es mejor para negociar”, explicó la también exsecretaria de seguridad del Estado de México.
En ello coincide Javier Oliva Posada, especialista en seguridad nacional, quien indica que la información sobre un presunto secuestro de Zambada podría ayudarle en tribunales:
“Evidentemente forma parte de una estrategia de defensa jurídica. Al suponer que se trató de un acto violento y contra su voluntad (la detención de El Mayo), eso puede generar ciertas ventajas legales para Ismael Zambada en los Estados Unidos”, explica el especialista.
Asimismo, Oliva Posada refirió que la versión difundida por El Mayo no puede tomarse como una verdad absoluta:
“Como científico social me cuesta mucho trabajo hacer suposiciones sin documentos probatorios y es muy difícil establecer un análisis certero a partir del dicho de delincuentes. Pueden mentir diez veces, no tienen ningún escrúpulo en asesinar personas, traficar drogas. Entonces lo que digan no necesariamente tiene que ser creíble (...) la verdad es que yo no le concedo mayor veracidad”, explicó el también profesor de la UNAM.
Este sábado, en una declaración difundida por su abogado, Frank Pérez, Ismael El Mayo Zambada García, acusó que fue engañado y traicionado por Joaquín Guzmán López, uno de los hijos de El Chapo Guzmán, para llevarlo secuestrado a Estados Unidos, donde fue detenido el pasado 25 de julio.
El capo relató que fue engañado para asistir a una reunión donde estaría presente el gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha Moya, y el exrector de la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS), Héctor Melesio Cuén García, quien fue asesinado ese mismo día.
“No me entregué y no vine voluntariamente a Estados Unidos. Tampoco tenía ningún acuerdo con alguno de los gobiernos. Al contrario, fui secuestrado y llevado a Estados Unidos a la fuerza y en contra de mi voluntad”, señala en el posicionamiento compartido a El Sol de México.
Sobre la reunión, relata Zambada, ésta sería para resolver conflictos políticos en torno a la designación del próximo rector de la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS). Además de la presencia de Rocha Moya y Cuén Ojeda, se le había notificado que estaría presente Iván Archivaldo Guzmán Salazar, uno de Los Chapitos.
El presunto capo de 76 años cuenta que llegó al rancho y centro de eventos Huertos del Pedregal, ubicado en las afueras de Culiacán, acompañado por cuatro miembros de su propio equipo de seguridad, de los cuales dos: José Rosario Heras López —que El Mayo identificó como comandante de la Policía Judicial de Sinaloa, lo cual fue confirmado por la fiscal Sara Bruna Quiñónez, pero aclaró que el agente estaba de vacaciones en la fecha de los hechos relatados por el capo— y Rodolfo Chaidez, ingresaron con él al lugar.
El Mayo cuenta que Joaquín Guzmán López lo condujo a una sala oscura donde fue emboscado por un grupo de hombres que lo sometieron a golpes, colocándole una capucha oscura en la cabeza y esposándolo antes de forzarlo a subir a una camioneta. Luego, fue trasladado a una pista de aterrizaje, donde lo subieron a un avión privado que aterrizó en El Paso, Texas, según expuso Zambada.
Señaló que la versión oficial de que Héctor Cuén fue asesinado en una gasolinera la noche del 25 de julio por asaltantes en motocicleta es falsa. “Lo mataron a la misma hora y en el mismo lugar donde me secuestraron”, aseguró.
El Mayo exige a las autoridades de México y Estados Unidos “que sean transparentes y proporcionen la verdad sobre mi secuestro en Estados Unidos y sobre las muertes de Héctor Cuén, Rosario Heras, Rodolfo Chaidez y cualquier otra persona que haya perdido la vida ese día”.
La tarde de ayer, durante la inauguración del nuevo Hospital General de Culiacán —en la que estuvieron presentes el presidente Andrés Manuel López Obrador y la presidenta electa Claudia Sheinbaum Pardo—, el gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha Moya, negó los señalamientos de El Mayo Zambada:
“En primer lugar yo no estaba ese día en Sinaloa (...) Dos, no tiene nadie del crimen organizado que citarme a una reunión para resolver un problema (...) Los problemas que le tocan al gobierno lo resolvemos en las instituciones de gobierno”, aseguró Rocha Moya.
“No tenemos complicidad con nadie y eso es profesando justamente la política del Presidente, no hay complicidades. Por lo tanto, si le dijeron que iba a estar yo le mintieron. Y si les creyó, cayó en la trampa”, agregó.
El presidente Andrés Manuel López Obrador respaldó al gobernador sinaloense. “Qué bien que has aclarado cuál es la situación, dónde estabas y que nunca fuiste convocado a ninguna reunión. Más claro ni el agua", le dijo el Ejecutivo federal en el acto público.
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Rocha Moya agregó que para no estar bajo sospecha solicitó al Presidente que la Fiscalía General de la República atraiga la investigación del asesinato de Héctor Melesio Cuén.
El Mayo Zambada García y Joaquín Guzmán López fueron detenidos en un aeropuerto privado de El Paso, Texas, el pasado 25 de julio. Ambos se encuentran encarcelados en prisiones de alta seguridad de Estados Unidos, y ya comenzaron sus procesos judiciales. Los dos presuntos elementos del Cártel de Sinaloa se declararon inocentes de los cargos que se les imputan en EU, entre los que se encuentran conspiración para integrar una organización criminal; tráfico y posesión de drogas como fentanilo; y lavado de dinero.