El proceso electoral que inicia hoy será histórico por su tamaño y complejidad. Por primera vez estarán en juego un mismo día tres mil 416 cargos de elección popular, 60% más que en 2012. Para tal tarea, el Instituto Nacional Electoral (INE) y los partidos contarán con un presupuesto de 25 mil millones de pesos, y la autoridad electoral estrenará atribuciones de fiscalización y organización, lo cual le da una mayor responsabilidad.
Es la primera vez en la historia que se juntan en un sólo día las elecciones federales y 30 concurrentes; de hecho, solo Baja California y Nayarit no tendrán comicios locales, el resto de las entidades además de presidente y Congreso de la Unión votarán algún cargo local.
Que el próximo 1 de julio confluyan tantas elecciones es producto de la reforma electoral de 2013, la cual convirtió al Instituto Federal Electoral (IFE) en el Instituto Nacional Electoral. Este cambio tuvo dos consecuencias importantes, la primera fue que se empataron las fechas de elecciones locales con la federal; la otra fue que al INE se le dieron atribuciones para participar en los procesos estatales y más responsabilidades de fiscalización.
“Por disposición de la reforma política (2013) se convino crear el INE y esto tiene un par de consecuencias: que el INE ahora tiene injerencia en las elecciones locales, la otra es que se quiso empatar o hacer coincidentes las elecciones locales con las federales. Esto implica un esfuerzo administrativo colosal”, explicó José Fernández Santillán, especialista en temas electorales y académico del Instituto Tecnológico de Monterrey.
Así, por ejemplo, el INE será el encargado de capacitar a los 1.4 millones de funcionarios ciudadanos en las 156 mil casillas a instalarse el 1 de julio en las 32 entidades de la República. De esas casillas, alrededor de 148 mil, serán las llamadas casillas únicas, las cuales recibirán los votos federales y locales.
Fiscalización y Monitoreo
Fernández Santillán añadió que la división de atribuciones entre el INE y los Organismos Públicos Locales Electorales (OPLE) radica en que el instituto solo se encargará de capacitación electoral y entregarles la documentación electoral a las autoridades locales, pues serán éstas las que realicen el resto del proceso electoral, como conteo de votos, el Programa de Resultados Electorales Preliminar y cómputos distritales, salvo que existan condiciones extraordinarias que pongan en riesgo las elecciones.
En lo que se refiere a fiscalización, el INE contará con más atribuciones a las que tuvo en 2012 el hoy extinto IFE, comentó Jesús Cantú, exconsejero electoral.
Desde la reforma de 2007 a la autoridad electoral se le han otorgado facultades más amplias, como quitar el secreto bancario para revisar en qué gastan los partidos. Para este proceso electoral se sigue perfeccionando el modelo de fiscalización el cual, por primera vez será en tiempo real por medio de un sistema en línea.
“(Habrá) un sistema digital que obliga a los candidatos y partidos políticos a estar actualizando en tiempo real sus informes respecto a ingreso y egreso, esto hace que el INE pueda estar fiscalizando en tiempo real lo que está sucediendo”, comentó Cantú.
El sistema permitirá fiscalizar a los cerca de 80 mil candidatos que se espera haya en todas las elecciones, pues hay que aclarar que en ese rubro, el INE tiene la obligación de revisar los gastos de campaña de la elección federal y de las 30 locales. Si no se contara con este instrumento sería imposible cumplir con la encomienda, aseguró el exconsejero.
El INE también estará encargado del monitoreo de spots y repartición de de tiempos de partidos y coaliciones.
