El Zócalo de Acapulco dejó de ser la ventana turística de miles de acapulqueños y turistas que les gustaba capturar en fotografías para compartirlas en redes sociales, ante la invasión de décimas de ambulantes, jardineras descuidadas y proliferación de indigentes, así como pintas y destrucción.
El área de asientos para propios y turistas, muestran todo tipo de daños, que van desde algunas pintas, olores desagradables, hasta chicles pegados y utilizada por los vendedores ambulantes que venden sus productos.
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Además de pisos sucios y descuidados, se suma el daño que realizan los vendedores ambulantes, así como la colocación de tornillos para sostener pesadas lonas, en la realización de diferentes actividades culturales.
También, los edificios y locales que se ubican en los alrededores del Zócalo, permanecen destruidos y abandonados, a causa del huracán “Otis”, que afecta a la vida comercial y turística de la zona.
Es el caso de un edificio ubicado entre las calles Ignacio Ramírez y La Paz, que está destruido y abandonado, la cual es una realidad de decenas de comercios y turísticos, que han preferido cerrar de forma definitiva sus negocios.
“Es lamentable que uno de los importantes atractivos turísticos de Acapulco, se convirtió en un mercado de quinta y es triste porque antes era el más visitado por los extranjeros. Ahora está en la ruina”, expuso Arturo, originario de La Guinea.
Los restaurantes tradicionales que sobreviven en el Zócalo son: La Pizzería “Mi Piaci” y Tortas Ricardos, los cuales continúan siendo visitados por los locales y turistas, pese a que abundan las taquerías, antojitos mexicanos y esquites, plátanos y elotes.
“Las autoridades deben poner orden en el Zócalo, ya que está creciendo el ambulantaje y está mal visto por todos los ciudadanos. Tengo la esperanza de que hagan al respecto”, dijo Marcela de La Progreso.