Un peligro a gran escala

Existen en Acapulco más de 2 mil 300 edificios dañados por sismos y falta de mantenimiento

Celso Castro Castro

  · sábado 1 de febrero de 2020

Foto: Martín Gómez | El Sol de Acapulco

A pesar de que la comunidad científica ha alertado de la posibilidad de un terremoto con magnitud superior a los 8 o 9.0 grados que podría afectar en cualquier momento al estado de Guerrero, en unidades habitacionales como El Coloso en Acapulco, catalogada como la más grande de Latinoamérica, no se ha hecho nada para que sus condóminos adopten medidas de prevención en las 27 unidades habitacionales del Infonavit y los viejos edificios construidos sin las nuevas normas antisísmicas, lo que expone la vida de miles de familias.

A raíz de los constantes movimientos telúricos registrados en los últimos días y que en enero suman más de 400, Guerrero se encuentra en segundo lugar en sismicidad del país, que, si bien es cierto, han sido de baja intensidad, estos han causado daños a las estructuras de las viejas edificaciones que aún existen en el primer cuadro de la ciudad y los edificios de las unidades habitaciones del Infonavit, principalmente las de Mozimba, El Coloso y Alta Progreso.

El diputado del grupo parlamentario de Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), Marco Antonio Cabada Arias, quien después de los movimientos de tierra registrados durante la tarde del miércoles y madrugada del jueves de magnitud de 5.2 grados, dijo que de nuevo activó la voz de alarma sobre los daños que pueden sufrir los edificios de estas unidades habitacionales de interés social y que de registrase uno de alta intensidad corren el riesgo de colapsarse.

Foto: Martín Gómez | El Sol de Acapulco

Recordó que en el 2013, en el mes de marzo las costas de Guerrero fueron sacudidas por un temblor de magnitud 7.4 grados, al realizarse un recorrido por parte del personal de Protección Civil, a petición de los propietarios de los 50 edificios afectados que viven en medio del temor y el miedo, documentaron que varios departamentos presentaban daños visibles en sus estructuras, el concreto de las columnas se desprendió y las varillas quedaron expuestas, por lo que en ese entonces se urgió al gobierno federal a inyectar un presupuesto para su reparación.

Sin embargo, nadie hizo nada y lamentó que el personal de Protección Civil del estado y del municipio, no hayan realizado una nueva inspección a los 2 mil 300 edificios de las 27 unidades habitaciones que existen en el municipio de Acapulco, que son habitadas por 37 mil 915 familias aproximadamente, para conocer que daños sufrieron por estas nuevas sacudidas que alertaron a la población el miércoles y jueves de este mes de enero de este año.

Afirmó que el riesgo de que se pierdan vidas humanas es latente y lo más grave, es que no se han realizado simulacros o medidas de prevención entre los habitantes de estas viviendas de interés social, que constantemente, no solo son afectados por los sismos, sino también por inundaciones y deslaves.


TESTIMONIOS DE VECINOS DE UNIDADES HABITACIONALES

En la unidad habitacional El Coloso, la abogada Blanca Lilia Abarca Espino, vecina de la etapa 24, denunció que desde hace casi 30 años no se ha dado mantenimiento a los edificios y esto ha sido causa de que estén algunos departamentos con fracturas en el techo y cuarteaduras en las paredes, que los hacen frágiles ante un sismo de gran magnitud.

Los últimos movimientos telúricos han dañado las estructuras de estos viejos edificios, en la etapa 10, dijo, hubo denuncias del desplome de los barandales y hasta ruptura de los tinacos, por donde se fuga el agua y esto genera reblandecimiento de los muros de contención, pero no han acudido las autoridades a repararlos.

Mientras que la vecina de la etapa 27, Karen Saldivar Jiménez, también se quejó que, desde los sismos del 19 de septiembre de 2017, hubo daños estructurales a la etapa, pero nunca se presentaron los inspectores de Protección Civil ni ninguna otra autoridad del Infonavit, por lo que temen que de presentarse otro temblor pueda ocurrir una tragedia.

Otros vecinos que no proporcionaron sus nombres, afirmaron que las etapas, 6, 8, 9, 10, 14 y 23, están dañadas, principalmente en las escaleras y otros de los barandales, al tiempo que, reprocharon que, un diputado de Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), que saben lo conocen como Moy, les informó que va a pintar los edificios, consideraron que mejor debiera de gestionar recursos para su rehabilitar los edificios viejos que están dañados.

Mientras que la empleada, Maribel Helguera Soriano, vecina del Multifamiliar, que se localiza en la colonia Progreso, también se quejó que ese conjunto habitacional tiene más de 40 años que no ha sido rehabilitado, por lo que hay departamentos que padecen un marcado deterioro y esto los coloca susceptibles de sufrir daños serios ante un eventual sismo de 7 grados.

Actualmente, están en el más completo olvido oficial, las pocas mejoras que se hacen, son por los mismos propietarios, que invierten en reparaciones pequeñas, pero no es posible hacerlo en todo el complejo en virtud de que la mayoría son personas asalariadas.

Foto: Martín Gómez | El Sol de Acapulco


SIGUE LA ANARQUIA URBANA


La diputada federal de Morena, Abelina Rodríguez González, acusó que, a pesar de la vulnerabilidad, actualmente algunas zonas de desarrollo urbano, se localizan en áreas no aptas para ser urbanizadas, es el caso de algunos puntos de la llamada “zona Diamante”, particularmente las llanuras y humedales localizadas en la cuenca baja del río de la Sabana, así como innumerables cauces y arroyos que desembocan en la Laguna Tres palos y Laguna Negra de Puerto Marqués.

Preciso que tras las modificaciones al artículo 27 constitucional que liberaba las tierras ejidales, distintas zonas han entrado al mercado de tierras, empero a pesar de que se trata de riesgos construidos por el desarrollo planeado de una ciudad intermedia del país, está viendo crecer su ciudad en el marco de nuevas vulnerabilidades.

Cito, por ejemplo, que el riesgo que existe sobre una de las colonias construida sobre un terreno con amenaza de inundaciones, de incendios forestales y sísmica, localizadas en, los conjuntos habitacionales como en la Ciudad Luís Donaldo Colosio, ubicado en un sector de Punta Diamante.

La legisladora federal, López Rodríguez explicó que el territorio en que está asentado todo el desarrollo habitacional de la Colosio y otras unidades localizadas en los ex ejidos de Llano Largo y La poza, es una extensa llanura donde confluyen los escurrimientos que bajan de las zonas altas, de La Coloso, Miramar, Navidad y El Veladero, que provoca su reblandecimiento y por ende, que estén expuestos a colapsarse de presentarse un sismo de alta magnitud.

En este espacio se drenan las aguas pluviales, a través de ramificaciones que desembocan en el río la Sabana, o bien la Laguna Negra de Puerto Marqués y a la laguna Tres Palos, que se abren al mar por las barras de El Revolcadero en la primera y Barra Vieja en la segunda.

En esta llanura se encuentran un conjunto de lagunas meándricas asociadas precisamente al desalojo de los escurrimientos. Estas tierras eran consideradas por el Plan Director de Desarrollo Urbano de Acapulco de 1987 como tierras de uso agrícola, actividad que no afectaba la función de desagüe de las aguas pluviales a la Laguna Tres Palos y luego al mar.

A esto hay que añadir, que el relleno de importantes sectores de las lagunas meándricas para construir las viviendas, ha generado una transformación del sistema natural de desalojo de las aguas, por ello los problemas de inundación podrían agravarse en un futuro.

Como el nivel freático es superficial, durante las temporadas de lluvia, cuando se satura, el agua tiende a salir por las albercas, por los registros, las tuberías,” pues allí lo que va a pasar es que, se va a inundar con una lluvia extraordinaria, de hecho, en el poblado de Llano Largo han tenido problemas serios de inundación”.

EDIFICIOS VIEJOS DEL INFONAVIT, SUSCEPTIBLES A LOS SISMOS: JCBV


El presidente de la Red de Organizaciones para Transformar México, Julio César Bello Vargas, aseguró que, a petición de algunos líderes de su organización lo han invitado para realizar recorridos y pudo constatar que algunos edificios, sus estructuras necesitan reparación integral, parcial, o incluso derribar el edificio si es necesario, por lo que sus habitantes tendrían que ser trasladados a otra unidad de interés social.

Estimó que las reparaciones costarán entre 80 y 100 millones de pesos que el Infonavit decidirá qué empresas participará en la reconstrucción, aunque no existe ningún proyecto en puerta y no se ha hecho alguna inspección, esto luego que dejaron de ser responsables de darles mantenimiento a los inmuebles a pesar de que los condóminos siguen pagando en sus recibos cuotas por este concepto.

Las etapas 1, 6, 7, 8, 9, 10, 11, 12, 27, 32, 34, 44, 49 y 65 del Coloso presentan deterioro, en algunos inmuebles sobresalen las varillas y azoteas han sido saturadas con tinacos, algunos derraman el agua y esto genera daños a su estructura.

Bello Vargas dijo que los habitantes de estos edificios, informaron que en el mes de mayo de 2009, se realizó un estudio que determinó que se requerían reparaciones urgentes estructurales en cuatro unidades habitacionales: Infonavit Alta Progreso, Coloso, Mozimba y Vicente Guerrero 200.

Pero además hablo de la necesidad de efectuar trabajos de mantenimiento preventivo en la mayoría de edificios de interés social, en los cuales habitan aproximadamente 50 mil acapulqueños.

Por su parte, el ex director de Protección Civil, Melquiades Olmedo Montes informó que el Infonavit tiene el compromiso de reparar 50 edificios. Los más afectados están en el Coloso, Alta Progreso y en Granjas Mozimba, pero se ignora el estado de este trámite en virtud de que oficialmente no lo ha dado a conocer el nuevo delegado federal de esta dependencia, Marco Antonio Leyva Mena, que pareciera que está más enfocado a su carrera política que trabajar en su nueva responsabilidad.

Señaló que, en el caso de Acapulco, los edificios de Infonavit fueron construidos aproximadamente de 1973 a 1980, estos edificios ya tienen caducidad en su vida útil y además se encuentran en una zona costera en donde la humedad, el salitre y la oxidación han disminuido considerablemente la resistencia de estos edificios.

En Guerrero, la región de la Costa Chica es la de mayor sismicidad con 184 movimientos de tierra, le sigue Costa Grande con 136, el puerto de Acapulco con 38, Tierra Caliente con 22, zona centro con 8, la zona norte tiene 5 y 4 la región de la Montaña.

Por tanto, el riesgo de que haya riesgo de que las viejas estructuras se colapsen es latente y más si son sacudidos por un terremoto de intensidad de 8 o 9.0 grados, por lo que un desastre es inminente.