El ataque a balazos ocurrido este miércoles a una permisionaria y un chófer de una camioneta urvan, en Caletilla, no es más que la cruda realidad del fracaso de la estrategia de seguridad que se implementa con motivo de la Navidad y Año Nuevo, con todo y apoyo de las fuerzas armadas.
Así lo expresó el presidente de la Federación de Transportes Unidos del Estado de Guerrero, Ulises Juárez Basilio, quien reprochó a los mandos policíacos que presuman que la tendencia de los homicidios dolosos va a la baja, cuando en la vida real se ha vuelto cotidiano las balaceras, asaltos, extorsiones y asesinatos.
Lo ocurrido en Caletilla, forma parte de la escenografía de violencia que ocurre todos los días en este balneario del Pacífico, que se supone que con el arribo de más de dos mil militares y Guardia Nacional, se blindaría la ciudad y resulta que no sólo aumentaron los delitos, sino que nadie está a salvo.
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El líder transportista Juárez Basilio, dijo que en su caso están pagando la extorsión y si no lo hacen, están amenazados de muerte y no les queda otra que aportar lo que les piden, sin esperanza alguna de que cambien las cosas.
Admitió que cuando se anunció que iba a ver mayor seguridad con el arribo del personal militar y Guardia Nacional, se pensó que iban a trabajar con mayor seguridad, pero se han dado cuenta que se trató de una simple arenga política más, porque la realidad es totalmente distinta.
Además, aseguró que contrario a lo que dicen las autoridades de que se alcanzará un repunte en los niveles de ocupación hotelera en estas fiestas decembrinas, lo cierto es que hay una baja sensible de turistas, que dejaron de venir por no sentirse seguros.
Cabe señalar que se trató de entrevistar a otros líderes del transporte, pero no quisieron opinar sobre el tema de la inseguridad por temor a represalias.