Apenas abiertas las playas en el puerto de Acapulco, las familias numerosas de habitantes de la Ciudad y Estado de México se hicieron presentes en la zona turística, cargando con sus alimentos y aglomerando el transporte público sin siquiera utilizar un cubrebocas.
El pasado dos de julio del presente año, se reabrieron los balnearios en Guerrero, con restricciones puntuales que no permiten hacer reuniones de más de tres personas en ellas, así como la ingesta de alimentos.
La situación fue aprovechada por los turistas nacionales, quienes viajan con todos los integrantes de su familia sin guardar las medidas de precaución pertinentes como la sana distancia o la utilización de equipo de protección personal.
Cabe mencionar que los estados antes citados acumulan grandes cantidades de contagios del Covid-19, mientras que Acapulco continúa siendo el centro de la pandemia a nivel estatal.