Con los ojos enrojecidos por la desvelada, pero sin perder el ánimo y la alegría de estar disfrutando de los atractivos del puerto de Acapulco en esta navidad, turistas provenientes de la Ciudad de México salieron de sus hospederías buscando el recalentado, los guisos caseros en los mercados y fondas que hay a lo largo y ancho de la franja turística, para aliviar la resaca que dejo el festejo.
A penas salieron los primeros rayos del sol, un grupo de al menos 12 personas, entre niños, jóvenes y adultos, se dirigieron a la playa Papagayo, en donde algunos turistas seguían con el festejo de la navidad en la playa, que lucía con bastante basura, botellas esparcidas en la arena y otras a media consumir.
El jefe de familia dirigió al grupo hasta unas sombrillas y una vez instalados ordeno buscar los puestos de comida, “que sea caldo de pescado o camarón”, dijo al enviado al tiempo que degustaba una cerveza “para curar la cruda”.
En el mercado de Tepito, las fondas de venta de la tradicional pancita, se vieron repletos de paseantes, que abarrotaron las fondas y puestos semifijos, para degustar de tacos, tamales y comida casera, como caldo de pollo, chilaquiles y el picoso salpicón.
Algunos de los comensales compartieron como festejaron la navidad y la mayoría coincidió en que fue excelente, que a pesar que durmieron solo unas horas, estaban contentos de poder estar una vez más en Acapulco, al que siguen considerando el mejor destino para vacacionar.
En la playa Caleta y Caletilla, también se abarrotó de turistas, como en sus mejores tiempos, recibió a decenas de bañistas trasnochados, pero sin perder el ímpetu y la alegría, después de celebrar la navidad con las luces multicolores de la pirotecnia que iluminaron la bahía más hermosa del mundo.