Cargando con grandes hieleras llenas de cervezas y refrescos, comida, botanas, bocinas y los flotadores, así es como llegan en grandes grupos los turistas provenientes de otros estados a las playas del puerto como Tlacopanocha, Revolcadero y Puerto Marqués. Sin embargo, olvidan cargar con lo más importante: su cubrebocas.
Y es que a pesar de que el estado de Guerrero se encuentra en semáforo epidemiológico rojo, ellos parecen no estar enterados, ya que arriban a los balnearios sin respetar los protocolos sanitarios ni la sana distancia, cuando lo más importante es disfrutar del mar.
En un recorrido por las citadas playas, se observó que no existe ningún señalamiento que indique el uso obligatorio del cubrebocas en dichos lugares, por lo que quienes se dedican a la renta de mesas y sillas en estos sitios tampoco acatan ningún protocolo de seguridad.
“A nosotros nos interesa vender; si hay gente que quiere alguna silla o mesa, no me voy a negar en rentársela porque a esto me dedico, es de lo que como y mantengo a mis hijos”, comentó un vendedor que prefirió omitir su nombre.
La poca afluencia de turistas es aprovechada por los prestadores de servicios turísticos y restauranteros, quienes para tener algún ingreso que llevar a casa, hacen caso omiso a las recomendaciones sanitarias. “La situación está complicada y uno no se puede dar el lujo de no brindar el servicio”, señalan.
La falta de autoridades en el lugar o recorridos de elementos de seguridad para la supervisión de las medidas sanitarias, es aprovechada por visitantes y turisteros, que no se ven obligados a seguir ningún protocolo ni respetar el horario establecido para el cierre de playas.