Tras 27 días hospitalizado, personal médico del IMSS lograron salvarle la vida a Carlos “N” quien también tuvo que ser intubado, debido a las heridas que tenía por haber sufrido un accidente el 7 de septiembre, día en que ocurrió el sismo del 7.1.
Tras estar más de 27 días hospitalizado, cinco de ellos, intubado en la Unidad de Cuidados Intensivos, Carlos de 18 años no perdió ninguna función vital y se encuentra en proceso de recuperación en casa, él podrá retomar al 100% su vida como estudiante técnico de Enfermería y prepararse porque quiere también estudiar Medicina.
Jorge Luis Memije Arzeta, coordinador de la División de Cirugía del HGR número 1 informó que el estudiante ingresó el 7 de septiembre, 20 minutos antes de que se registrara el terremoto magnitud de 7.1 con epicentro en Acapulco.
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“Llega al cuarto de choque, con un sangrado interno muy severo, producto del impacto por el accidente. Se le realizó una cirugía exploratoria para encontrar el origen del sangrado y se halló un daño importante del bazo, un órgano muy delicado del cuerpo. Éste se extrajo para limitar el sangrado, y finalmente se le realizó un empaquetado, una técnica que se usa para detener hemorragias”, explicó el especialista.
Por su parte, Salomón García Andraca director del Hospital General Regional No. 1, indicó que en medio de la crisis que se estaba viviendo por el sismo, el hospital tuvo la capacidad para realizar las transfunciones de sangre necesarias que en ese momento Carlos requería para los procedimientos médicos de urgencia, pues su vida estaba en “riesgo inminente”.
Este proceso, para el paciente fue “como de película”, por ello agradeció al personal del IMSS, “todos fueron muy rápidos y muy profesionales en su labor; siento que gracias a ellos estoy aquí contando esta historia, narrando algo que fue único porque, a pesar de las circunstancias, me sacaron adelante, después de estar muy grave”.
Al respecto Eliselva “N”, mamá de Carlos, agradeció al IMSS porque aún con el terremoto, su personal continuó con la atención de los pacientes que en ese momento se encontraban en peligro de fallecer.
“Mi respeto para todos los médicos, enfermeras, internos, a todos. A pesar de todas las inclemencias de la naturaleza, están ahí; una felicitación porque la verdad sí tiene la institución un servicio de primera”, concluyó.