Tras casi 12 horas, efectivos de la Guardia Nacional y Policías Estatales, respaldados por militares, retomaron el control del penal de Acapulco, donde se registró una riña que dejó como saldo más de 20 uniformados heridos. La Secretaría de Seguridad Pública, no confirmó el número de internos lesionados.
Cerca de la una de la mañana inició la riña al interior del Centro de Reinserción Social cuando iniciaron los protocolos para trasladar a otro penal a 25 mujeres y 36 hombres, todos ellos purgan alguna condena por diversos delitos.
La Secretaría de Seguridad Pública reportó que como consecuencia de la riña, no hubo personas fallecidas y detalló que al momento del traslado, los reclusos de otras áreas, medio centenar, intentaron impedir la acción por lo que se generó el motín.
“Un aproximado de 50 internos de otros dormitorios alteraron el orden y se organizaron para intentar evitar los traslados”, se informó en un comunicado.
En la misiva se detalló que 17 elementos de seguridad resultaron lesionados, 13 de la Policía Estatal y cuatro de la Guardia Nacional.
Cerca de las nueve de la mañana, se dio a conocer que se había retomado el control del centro carcelario, sin embargo, con el paso de las horas continúo el arribo de más elementos antimotines de la Guardia Nacional.
La zona fue resguardada por cientos de elementos de seguridad de los tres niveles de gobierno, mientras que por aire, un helicóptero de la Marina sobrevolaba el penal y colonias circunvecinas, donde con patrullas cerraron los accesos en vehículos.
Retenidos policías
En la acción previa al traslado que se confirmó fue realizado por personal de Seguridad Pública con apoyo federal, fueron retenidos ocho custodios mismos que fueron liberado nueve horas después.
El secretario de Seguridad Pública de Acapulco, Maximiliano Serrano Pérez, confirmó que los ocho policías estatales habían sido liberados después de permanecer retenidos y dijo que fueron golpeados por los internos.
Señaló que hubo una negociación con el titular de Seguridad Pública de Guerrero, Evelio Méndez Gómez y los internos amotinados, quienes pidieron mejorar la atención en el penal, así como la destitución del director de la cárcel.
Indicó que a las 12:15 del día terminó la negociación y que se acordó liberar a los custodios y no separar del cargo al encargado del Cereso de la ciudad.
Aclaró que de acuerdo a la información que le proporcionaron, no hubo personas fallecidas ni disparos como difundieron algunos de los familiares de los reclusos que llegaron al lugar.
Durante el operativo para recuperar la seguridad del penal, decenas de familiares de internos del Cereso de Acapulco llegaron para preguntar el estado de salud de sus detenidos y si alguno había sido cambiado de centro carcelario.
Al retirarse el funcionario de seguridad, los familiares le cerraron el paso y se vio obligado a tomar otra salida para regresar a las instalaciones de Seguridad Pública municipal.
Los parientes de los reclusos, también encararon a los elementos de la Guardia Nacional en su exigencia de conocer el estado de salud de los internos cerca de la una de la tarde.
La más reciente riña en el penal de Las Cruces ocurrió un 22 de octubre donde los reclusos denunciaron malos tratos y diversas irregularidades con saldo de varios golpeados.
El saldo más trágico fue un 6 de julio del 2017, donde en la pelea por el control del centro de reinserción, murieron 28 internos, cinco de ellos decapitados.
Hace seis días, el 15 de febrero, se registró una riña en el penal de Iguala donde siete reos resultaron heridos y el control fue retomado por las mismas corporaciones de seguridad antes mencionadas.