Transportistas dejaron de circular a las 6:00 de la tarde por problemas de inseguridad, también por el mal estado de las calles y por los altos costos de las gasolinas, afectando a cientos de usuarios, principalmente los que trabajan en la hotelería y la gastronomía.

El presidente de la Federación del Transporte Unido del Estado de Guerrero, Ulises Juárez Basilio, confirmó que esta nueva medida se tomó a partir de este miércoles, porque continúa la desinformación sobre el tema de la violencia y no sienten ninguna percepción de mejoría en la seguridad.

Hay que recordar que casi se cumplen tres semanas de estar paralizado parcialmente el transporte en Acapulco, además, desde la semana pasada los que circulan en las rutas de la zona suburbana estaban parando a partir de las 8:00 de la noche por amenazas de grupos delincuenciales.

Lee también: Gobierno de Guerrero analiza nueva modalidad de transporte

La Mesa de Coordinación para la Construcción de la Paz reforzó los operativos de seguridad, por una parte, elementos de la Guardia Nacional se desplegaron a lo largo de las rutas con mayor movilidad de vehículos de alquiler para dar seguridad a los trabajadores del volante y a los usuarios, además de ofrecer apoyo de transporte en sus propias unidades.

Mientras Policías Estatales mantienen personal en las paradas y suben a los camiones urbanos para vigilar sus recorridos, así como sumarse con los efectivos de las fuerzas armadas, en los operativos de seguridad que se implementan para prevenir cualquier hecho de violencia en las rutas de camiones urbanos, camionetas Urvan y taxis colectivos amarillos.

El líder transportista, Juárez Basilio, reconoció que los trabajadores del volante que acordaron dejar de circular más temprano, es decir, a partir de las 6:00 de la tarde, también se debe a los ajustes hechos a las gasolinas, pues les representa una estocada directa a su de por si maltrecha economía.

Las rutas afectadas son: Renacimiento, Zapata, Vacacional, Arroyo Seco, Cruces, Sabana, Cayaco, Coloso, Llano Largo y Colosio, en donde circulan alrededor de cuatro mil taxis colectivos amarillos, el mismo número de taxis blanco con rojo y mil camionetas de rutas alimentadoras, así como 600 camionetas Urvan.

En lo que respecta a los seis mil taxis azul con blanco que dan servicio en la ciudad, solo están trabajando alrededor de mil, que son los que cubren el servicio a las colonias populares y en las principales zonas turísticas de este destino de playa.

La drástica reducción del número de autos de alquiler se produjo después que el sábado pasado en la madrugada fueron asesinados dos taxistas de autos de alquiler azul con blanco en la colonia Carabalí y Palomares, cuando circulaban después de dejar su pasaje.

A esto se le suma que otro de los problemas que enfrentan es que no todas las gasolinerías se ajustan a un solo precio por el litro del combustible, pues varía en cada estación, por ejemplo, en la zona suburbana está a 23.06 la Magna, a 24.67 la Premium y el diésel cuesta 24.54 el litro.

Pero en el centro de la ciudad se llega a elevar hasta 30 pesos el litro en algunas estaciones de gasolina; esta es otra de las causas que los obligaron a parar a partir de las 6:00 de la tarde, haciendo hincapié que los pocos que circulan lo hacen por su cuenta y riesgo.

Además, reprochó que desde el impacto de la fuerza destructiva del huracán Otis, no se han reparado calles y avenidas, las cuales están destrozadas y en algunas hay alcantarillas abiertas, por eso una parte de su parque vehicular son clientes frecuentes de los talleres mecánicos.

En ese sentido, el presidente de la Federación de Transportistas Unidos del Estado de Guerrero, Ulises Juárez Basilio, aseguró que por ese motivo de las 30 mil unidades que conforman el parque vehicular del transporte público en sus diferentes modalidades, aproximadamente el 40 por ciento está parado.

Incluso, antes de que se hiciera el paro parcial por las amenazas ya existía el problema de la escasez del servicio del pasaje, problema que seguirá mientras no se dé algún subsidio que permita a los concesionarios del transporte reducir sus pérdidas por el mal estado de las calles y avenidas, pero además que la seguridad sea la prioridad de las autoridades.