El arribo de los elementos de la Guardia Nacional fomenta la esperanza de que se ataque de manera frontal la violencia y la extorsión, que son flagelos que más castiga a los concesionarios del transporte público del puerto de Acapulco, quienes han tenido que dejar de trabajar a partir de las 9 de la noche por la inseguridad.
Así lo dio a conocer el coordinador de la organización Un Nuevo Horizonte para Guerrero, Rogelio Hernández Cruz, quien también se sinceró de que tiene dudas de que den resultados, en virtud de que ya se tuvo una negativa experiencia con la Gendarmería, que no funciono y que fue una corporación incapaz de brindar seguridad a la población.
Sin embargo, con la Guardia Nacional esperan que ahora sí se dé resultados, porque su sector ha sido el más golpeado por la violencia, pues tienen que pagar la extorsión para poder trabajar y cada vez aumenta la cifra de muertos en sus filas.
El líder transportista, Hernández Cruz, refirió que actualmente trabaja solo el 60 por ciento del parque vehicular que existe en Acapulco, es decir, de las 6 mil concesiones de taxis azul con blanco solo trabajan 4 mil, del taxi amarillo de los cinco mil que circulan solo salen 3 mil 200, los blancos son 3 mil y solo hay mil 500 prestando el servicio de transporte.
Aunado a esto, denunció que también continúa el problema de la invasión de rutas en Ciudad Renacimiento, que se complica por la saturación que existe de concesiones, por eso pidió a las autoridades del transporte público que se actúe.