En 1969, fue construido el mercado central de Acapulco considerado el más grande del municipio y de todo el estado de Guerrero.
Este centro de abasto, compuesto por un total de 650 locales distribuidos en las de tres naves que lo componen, es un lugar de historias, tragedias y de un olvido total por parte de los gobiernos, los cuales no han hecho nada para darle un mejor rostro al lugar donde diariamente acuden miles de acapulqueños a adquirir los productos de la canasta básica.
Ubicado en una parte del centro de la ciudad, el mercado central ha sufrido de incendios de locales, actos de violencia, robos, y actos de corrupción con cobros por uso de calles y banquetas a comerciantes informales.
Al paso de los años, la estructura del mercado central, ha sufrido un gran deterioro lo que se ha reflejado en un drenaje colapsado, un sistema de alumbrado inservible, además de instalaciones de agua potable en muy mal estado.
El 23 de mayo del 2017, ocho locales de madera que estaban en el estacionamiento de la calle Dos de agosto, se incendiaron, lo que dio paso a un nuevo trabajo de reconstrucción de esta área del centro de abasto.
El mal estado del mercado, ha sido motivo para que locatarios denuncien la deficiencia que se tiene y el riesgo que esto representa tanto para los consumidores, así como para los vendedores que, por años, han buscado mejorar la imagen del mercado más grande de Acapulco y Guerrero.
En el 2013, se realizó una inversión de 63 millones para remodelar 408 locales
En 2013, siendo gobernador del estado Ángel Aguirre Rivero, se realizó una inversión económica de 63 millones de pesos, que sirvieron para rehabilitar más naves de mariscos, carnes y ropa.
En esta remodelación la primera y la última que ha tenido el mercado central de Acapulco, fueron rehabilitación un total de 408 locales de los 650 que componen este centro de abasto popular.
La remodelación de las tres naves del mercado central, duro ocho meses tiempo en el que se construyeron de manera provisional puestos de madera en los estacionamientos del mismo centro de abasto popular.
La inversión de 63 millones de pesos, realizada en el 2013 ha quedado rebasada por las necesidades que se tienen y que requiere de una nueva millonaria inversión para resolverlas, debido a los desperfectos que se han detectado al paso de siete años.
Ha sido un sitio de poder para líderes de comerciantes
El mercado central también ha sido un sitio de poder, ya que la invasión, venta de locales y espacios en banquetas y calles, ha beneficiado a cientos de hombres y mujeres que no sólo se han enriquecido sino, también han logrado cargos políticos.
Regidurías y diputaciones han sido los beneficios que muchos han logrado al manejar a miles de vendedores ambulantes que bajo toda impunidad han mantenido en su poder las calles y las banquetas aledañas al gran centro de abasto popular.
El mercado central, no solo ha servido para comercializar productos de primera necesidad, sino también aquellos que no están permitido como artefactos explosivos que pese a operativos policiacos, no se ha podido evitar la comercialización de estos, además de los espacios que fueron construidos para el uso de los miles de consumidores.
Las invasiones de áreas por vendedores informales, ha ocasionado que líderes de todos los partidos políticos, sean llegadas desde las reúnas de las banquetas hasta las princesas de las mismas.
La anarquía en la que se ha vivido en el mercado central, ha evitado que este lugar tenga un verdadero mejoramiento en servicios públicos, en infraestructura y en un crecimiento ordenado tanto en el interior como en el exterior.
Escurrimientos de aguas negras riego de contaminación en el mercado central
Uno de los principales problemas que sufren en estos momentos locatarios del Mercado Central, son los escurrimientos de aguas negras que hay al interior de las naves de mariscos y carnes.
Los escurrimientos de aguas negras, son de alto riesgo de contaminación para locatarios, así como para los miles de consumidores que día a día, llegan al centro de abasto.
El mercado central, siempre ha sido considerado como una bomba de tiempo, por las múltiples deficiencias que tiene en su estructura ya debilitada y en todos sus sistemas de servicios públicos.