Ante la antesala de que sea nombrado el nuevo Auditor Superior del Estado, el Colegio de Contadores Públicos del Estado de Guerrero, se pronunció porque el titular del órgano fiscalizador tenga una preparación técnica y certificada, apegada a la ética profesional.
En voz de su presidente, Eduardo Balbuena Herrera, expresó que los que integran la Sexagésima Tercera Legislatura local tienen una ardua labor y confió que logren consensos para que designen a la persona idónea y lo ideal que sea un colegiado, sin menoscabo a la capacidad de los otros aspirantes que también buscan ocupar este cargo.
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Recordó que la legislatura anterior dio un gran paso contable, en beneficio de la sociedad al reformar el artículo 13 bis, que menciona que los entes públicos deben someterse a un dictamen financiero por un contador público.
El dirigente de este órgano colegiado, Balbuena Herrera, por eso subrayó que en este 2022, hay tres ejes principales que se van a priorizar; primero la certificación de sus asociados colegiados, promulgar por ser líderes de opinión en materia fiscal y gubernamental, así como fomentar la capacitación de calidad.
Indicó que un problema que se ha venido agravando desde que se eliminó la obligatoriedad de llevar dictámenes, es la falta de trabajo en su profesión, pero el contador público ha sido siempre muy versátil, se ha adaptado y salido de las crisis, porque a todos les atañe y les afecta la baja en la economía.
La situación se complicó con el impacto de la pandemia del Covid-19, pues muchos establecimientos cerraron y las condiciones económicas no se han recuperado, por lo que el horizonte pinta mal si no se logra superar la crisis sanitaria.
Por lo pronto, para los contadores públicos avizoran con mucho optimismo poder salir de la crisis, pese a que en el último semestre se aceleraron los contagios, pero también que no deja de venir el turismo y ese es ya una buena señal para reactivar la actividad productiva.