A pesar de los riesgos de contraer una enfermedad infectocontagiosa por recolectar todo tipo de desechos, don Javier dice que tiene 22 años viviendo de la basura.
A sus 64 años de edad, es de los primeros en llegar al depósito de basura en el puente que une a la Frontera con Renacimiento, con los desechos que recolecta en Renacimiento, Arroyo Seco y parte de la Frontera, para llevar el sustento a su hogar.
Padre de seis hijos, revela que de este oficio los sacó adelante y ahora que todos están casados, trabaja para mantener a su esposa.
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No le molesta que le digan "pechuguero", porque esta es la forma de ganarse de manera honrada unos pesos, con su vieja bicicleta, que acondicionó para cargar la basura.
-¿Cuánto gana en un buen día?
Hay veces que he llegado a ganar 200 pesos, pero lo normal son cien o 150 pesos.
-¿Y en un día malo?
Pues 60 hasta 80 pesos, pero no son todos los días, porque hay personas que me dan propina de 30 hasta 50 pesos.
Don Javier dijo que hasta el momento no han tenido problemas con las autoridades, porque la basura la depositan en un lugar en donde llegan los camiones recolectores a levantarla.
Sin embargo, hay un vecino que a cada rato los corre, pero le dicen que están en la calle de la Frontera y no en el frente de su casa, pero no ha pasado de los insultos.
Recordó que ahora en las fiestas decembrinas le fue bien, las personas a las que les recogen la basura en sus domicilios, le dieron una especie de aguinaldo y tuvieron una buena Navidad y año nuevo.
Parte de su negocio es apartar el plástico, el cartón y todo tipo de metales, que vende posteriormente y lo suma a sus ganancias del día, lo que le permite llevar a cabo el sustento a su hogar.
Una vez que deposita la basura, limpia su bicicleta y vuelve a recorrer las calles en esta zona suburbana, en donde hay deficiencias en el servicio de la recolección de la basura.