Una historia de retos e importantes logros en materia de excelencia académica respaldan al Instituto Tecnológico Nacional Campus Acapulco, que no solo satisfizo en 47 años de su existencia la creciente demanda de profesionales capacitados, sino que contribuye al progreso y desarrollo de Guerrero.
El Instituto fue un proyecto del ex gobernador del estado, Rubén Figueroa Figueroa, quien consiguió la donación de 45 hectáreas sobre la carretera Cayaco-Puerto Marqués, y en 1973 acudió ante el presidente de la República, Luis Echeverría Álvarez, para que instruyera a la Secretaría de Educación Pública (SEP) construir el Instituto Regional de Acapulco.
El maestro fundador del Instituto Tecnológico Nacional Campus Acapulco, Miguel Angel Díaz Alday, en sus memorias recuerda que la creación de este plantel fue para poder diversificar las actividades en el puerto de Acapulco y no depender solo del turismo, impulsando carreras técnicas y la formación de profesionales capacitados.
Una vez que se dio el visto bueno y se inyectó el presupuesto, se sufrió el primer revés al perder la tercera parte de las tierras que se donaron para construir los nuevos edificios, esto debido a invasiones de particulares, por lo que sólo se logró aprovechar 19 hectáreas, en las cuales actualmente está construido el Instituto Tecnológico Nacional de México Campus Acapulco.
En aquel entonces el primer director general del Campus Acapulco, fue el ingeniero Raúl Roberto Aguilar Rezza, quien inició las actividades academicas el primero de octubre en 1975, luego que el gobernador Rubén Figueroa contara el listón inaugural el 19 de septiembre de ese mismo año, quien ve así consolidado su proyecto en el tema académico.
El Instituto Tecnológico de Acapulco en su inicio contó con una población estudiantil inicial de 51 alumnos de nivel superior y 483 alumnos de nivel medio superior (técnicos), atendidos por una planta laboral de 47 empleados entre docentes y administrativos, que al transcurrir de los años fue incrementándose la matrícula hasta llegar hoy en día a 4 mil 977 estudiantes.
Las primeras asignaturas que ofreció el Instituto Tecnológico fueron: Técnico en Aire Acondicionado y Refrigeración, Técnico en Mantenimiento Mecánico, Técnico Laboratorista Químico, Técnico en Obras Arquitectónicas. Técnico en Administración de Personal
En el nivel superior, comenzó con las carreras de Ingeniería Electromecánica en Planta y Mantenimiento y Licenciatura en Relaciones Comerciales.
Fue en 1980 cuando cambia de estatus, debido a que la Dirección General de Institutos Tecnológicos, ahora Dirección General de Educación Superior Tecnológica, autorizó la desconcentración del mismo, dando la pauta para que se apoye en gran medida el desarrollo del nivel superior, siendo desde el año de 1983 que el Instituto Tecnológico de Acapulco ofrece carreras de nivel superior exclusivamente en Sistema Escolarizado y Sistema Abierto.
El Instituto Tecnológico Nacional de México Campus Acapulco, ahora con el director general Salvador Herrera Soriano al frente, da continuidad a la academia de excelencia y cumple con el objetivo principal de la institución: priorizar y mejorar la calidad de vida de los guerrerenses, elevando el nivel del proceso enseñanza – aprendizaje, siendo éste el parámetro determinante para lograr la eficiencia en los sectores productivos de la población de Guerrero.
Actualmente se ofrecen las carreras de Arquitectura, con especialidad en Diseño Arquitectónico Regional, Ingeniería Bioquímica con especialidad en Alimentos, Ingeniería Electromecánica con especialidad en Mantenimiento Industrial, Ingeniería en Sistemas Computacionales con especialidad en Redes y Sistemas Distribuidos, Ingeniería en Gestión Empresarial, Licenciatura en Administración con especialidad en Empresas Turísticas y Mercadotecnia, así como Licenciatura en Contaduría con especialidad en: impuestos.
Asi es como la educación tecnológica constituye para México un elemento fundamental en el desarrollo pleno y la competitividad, precisa el director Herrera Soriano, quien refiere que los ámbitos de la economía social no se pueden concebir sin tomar en cuenta a las instituciones de educación superior, quienes desempeñan un papel fundamental en la historia contemporánea de nuestro país.
Bajo esta premisa, dijo que se necesita urgentemente construir un destino que marque bases firmes para alcanzar un mayor progreso, pero también consolidar una auténtica justicia social, a través de la academia y que se nutra de los postulados de excelencia académica y a partir de este precepto se defina la filosofía de dar educación tecnológica superior a hombres y mujeres de este estado.