En punto de las tres de la tarde todos los centros religiosos católicos del país hicieron repicar sus campanas para recordar a los sacerdotes jesuitas Joaquín Mora Salazar y Javier Campos Morales, el guía de turistas Pedro Palma, que fueron asesinados hace un año en Cerocahui, en el estado de Chihuahua, por los muertos y desaparecidos de la nación.
La Conferencia del Episcopado Mexicano convocó esta actividad también para que con el sonido de la campana, durante un minuto, cada persona recuerde y ore por las víctimas de la violencia y pida por La Paz.
El párroco de la iglesia Sagrado Corazón de Jesús ubicada en Costa Azul Leonardo Morales Gutiérrez destacó que que dicha muerte de los sacerdotes fue acto de valentía al defender al guía de turistas pero lamentablemente también perdieron la vida.
Lee también: Repicarán campanas en memoria de jesuitas asesinados en Chihuahua
“Dieron un testimonio de cómo se puede derramar la sangre por amor al hermano, y esto no ha querido en vano porque nos lleva a comprometernos con La Paz, desde la prevención en la familia y niños”.
Morales Gutiérrez dijo que dicho acto es un llamado a las iglesias, a toda la sociedad, autoridades civiles, para sumar esfuerzos para tener un mundo donde haya paz.
Cabe mencionar que los gestos son muy simbólicos porque a las tres de la tarde murió el señor y alrededor de las tres de la tarde fueron asesinados los jesuitas de tal manera que debe ser el inicio no de un trauma, sino una invitación a superar todos esos conflictos y eso se logra con la participación de todos.
Finalmente el padre de la iglesia de Costa Azul comentó que el toque de las campanas fue por los miles de muertos y personas desaparecidas que sufren. Invitó a orar por ellos y sus familiares y trabajar desde los hogares para que se eduque a los niños y crezcan con una conciencia clara a la vida.