Rosalina María Nazario Morales, por más de 27 años las tijeras y un espejo han sido el sustento económico para sobrevivir en la vida.
Con 54 años de edad en silla de ruedas y con solo 4 dedos en la mano derecha, ella diariamente corta el cabello en su con estética con razón social Rosy, ubicada en la avenida Niños Héroes de la colonia Progreso, a dos cuadras de la avenida Cuauhtémoc .
Nacida en el poblado de Huiztepec del municipio de Ometepec de la Costa Chica de Guerrero, su madre la abandonó a la edad de 5 años con su padre así como a su hermanito de 3 meses de nacido a quien su papá tuvo que regalar por no tener un sustento económico para mantenerlo.
Se casó a los 14 años en Ometepec y cuando estaba embarazada se separó de su esposo y se vino a trabajar de empleada doméstica a Acapulco, en donde dio a luz a su único hijo varón a los 15 años, quien murió a la edad de 38 años en el 2020 por una sobre dosis ya los dos meses después muere su segundo esposo por un infarto fulminante.
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Rosa como le dicen sus clientes lleva más de 20 años padeciendo de diabetes mellitus la cual ha controlado con dosis de insulina, la enfermedad le costó la amputación del dedo índice de la mano derecha debido a que dejó de tener circulación sanguínea, poniéndosele morado y tieso , pero para ella el no tener uno de los dedos principales para desarrollar su oficio no le ha sido obstáculo.
La estilista perdió su primer pierna cuando tenía 18 años de edad debido a que tenía llagas en la planta y dedos de los pies, ella desconoce qué enfermedad tenía, comentó que era “mal echada una especie de hechicería”, por más de 12 años caminó con apoyo de una muleta, recordó que en ese entonces trabajaba en una casa haciendo el aseo y fueron sus patrones quienes pagaron los gastos médicos.
No obstante, la enfermedad de Rosalina continuó ya que las llagas invadieron su otra pierna y lamentablemente tuvieron que cortarla, actualmente ella se desplaza en una silla de ruedas por si sola.
Estudio cursos de belleza en el seguro social donde aprendió a realizar cortes de cabello, pedicure, manicure, applicación de tintes, depilación de cejas y rayitos como anteriormente se le llamó, sin embargo, hoy en día tiene mucha competencia y las ganancias son muy pocas porque aunado a ello, la pandemia del Covid-19 y el cierre de la avenida Niños Héroes, por obras de construcción por muchos meses la dejó en la ruina y endeuda con el pago de 10 mil pesos de 4 meses de renta, así como el servicio de luz eléctrica del cual paga 2 mil quinientos pesos bimestral y sin tener aire acondicionado.
Por dicha deuda los dueños del local donde ella ha vivido los últimos 20 años y ha trabajado más de 27 le notifican que lo desocupará a la brevedad. Por lo que ella está en busca de otro espacio cerca a ese para que los clientes que ella tiene de años pueda darles el servicio.
Ella nunca más supo de su mamá y no tiene familia en Acapulco, solo los amigos que la visitan, vive en su negocio donde diariamente a pesar de estar en una silla de ruedas levanta la cortina ella sola, duerme en un sillón y algunas veces si se cansa en el piso.
No cuenta con ningún apoyo gubernamental a pesar de ser discapacitada, ella dice que toda su vida ha trabajado y le gusta mucho ya que es de esa manera como pasa su tiempo.
En sus ratos libres que es la mayor parte del tiempo por no tener ya tantos clientes se distrae viendo pasar a la gente caminando o en sus automóviles y cuando tiene saldo en su teléfono celular llama a una amiga.