La oferta restaurantera de alta gama, particularmente las que se ubican en la zona Diamante de Acapulco. con el paso de los años se ha venido perdiendo, desde la pandemia del Covid-19 y del huracán Otis reveló el presidente de la Cámara Nacional de la Industria Restaurantera y Alimentos Condimentados (Canirac), Enrique Castro Soto.
Señaló que se está tendiendo un “foco rojo” en materia económica porque no han podido reabrir, y pegará aun más debido a que esa zona no esta siendo sostenible económicamente y se debe de actuar de manera pronta.
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“Desde pandemia y el Otis hizo que muchos restaurantes se vieran afectados pero particularmente más en la zona Diamante al afectarse en su mayoría”.
Castro Soto, refirió que la población de esa parte de Acapulco es de segunda residencia, y se tiene un turismo de mayor poder adquisitivo, sin embargo, la moderna gastronomía tiene un alto riesgo de reducirse aún más.
Lamentó que desde el Covid la industria restaurantera ha generado cambios acelerados por muchas razones, como el confinamiento, y las afectaciones estructurales.
Recordó que anteriormente la oferta gastronómica con mucho glamour se encontraba desde la zona Condesa y varios puntos del puerto, y hoy cada vez se viene reduciendo.
“Aquellos restaurantes donde el check promedio es mayor, donde hay opciones más caras, esta oferta es la que ha venido y desapareciendo como en La isla, la zona Diamante, Costera Las Palmas, en la avenida Escénica”, lamentó.
Agregó que el 95 por ciento de los restaurantes se recuperó de las afectaciones por el huracán Otis, pero no son los restaurantes de alta gama donde ingresan clientes de alto poder adquisitivo y eso son los que no están abriendo.