Concebido como un nuevo atractivo turístico alternativo, bajo la vigilancia de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT) de Guerrero, se creó en el 2010 el cocodrilario en la laguna negra de Puerto Marqués, en el que se exhibiría crías y especies jóvenes de cocodrilos, pero al paso del tiempo el proyecto se abandonó y este cuerpo de agua es actualmente receptor de descargas de aguas negras.
Ubicado en la zona Diamante al sureste del puerto de Acapulco, este cuerpo lagunar colinda con la bahía de Puerto Marqués y la playa Revolcadero, es un sitio de manglar y de tupida vegetación, que en sus inicios los prestadores de servicios turísticos ofrecían paseos en pequeñas canoas y el turista podría disfrutar de la flora y fauna del lugar.
Durante la administración del ex gobernador Zeferino Torreblanca Galindo, con la participación de ejidatarios de Puerto Marqués, se echó andar el proyecto del cocodrilario, en el que se invirtió un millón de pesos en la construcción de puentes y una cabaña, en la que los turistas podían tomar una lancha para hacer el recorrido.
En aquel entonces, el titular de la SEMARNAT en el estado era Sabás Arturo de la Rosa Camacho, quien se hizo cargo de cumplir con todos los requerimientos que marca la norma, como son las Unidades de Manejo Ambiental (UMA) para la conservación de la vida silvestre e impulsar la cría de estos reptiles.
La idea era ofrecer un turismo alternativo ecológico, aprovechando esta zona de manglar, que cuenta con una pequeña isla llena de vegetación que era sitio de concentración de estos ejemplares, que salían a tomar el sol y de esta manera se convertían en atractivo para los visitantes que hacían el recorrido en lancha.
El presidente de la Organización de Servicios Turísticos de Puerto Marqués, Alfonso García Vargas, con nostalgia recordó que este desarrolló turístico, nació con la idea de detonar la Laguna Negra de Puerto Marqués, pero sin previo aviso dejo de funcionar y hace cuatro años se olvidó, pero esto convirtió esta área en zona de peligro para los vecinos del lugar.
Esto, porque después de la tormenta “Ingrid” y “Manuel”, elevó el nivel del agua de la laguna y los cocodrilos que estaban en esta área protegida escaparon, poniendo en serio riesgo la seguridad de las personas y de los propios turistas, por lo que se tuvo que emprender una búsqueda de estos especímenes y regresarlos a su hábitat.
Afortunadamente no se tienen reportes de ataques a personas, pero si a perros y cerdos, por lo que hace algunos años se tuvo que construir una barda y una malla ciclónica, que rodea la laguna negra y así evitar que algún cocodrilo se salga, aunque lo hacen a través de la barra y se les ha visto buscando alimento en el mar.
Por su parte, el comisario municipal de Puerto Marqués, Rafael Cisneros Escuen, refirió que el cocodrilario ya no existe, a pesar de que este proyecto era a gran escala y que se inyectó una fuerte inversión, para reactivar los paseos turísticos en canoas, pero hubo diferencias entre los dueños y decidieron venderlo, poniendo fin a este proyecto alternativo turístico.
Hoy en día, los cocodrilos han aumentado su número y no se lleva un registro de cuántos ejemplares existen, pero sí, que cuando llueve fuerte, estos escapan y se ocultan en arroyos y canales pluviales, como el canal meándrico, donde se ha constatado que hay enormes reptiles entre la vegetación.
Mientras que la laguna negra recibe las descargas de aguas negras de los nuevos desarrollos de la zona Diamante y de Llano Largo, que la ha convertido en un sitio fangoso y emite olores fétidos durante el día, sin que ni la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) y la misma SEMANAT, hagan algo para frenar la contaminación.
El comisario municipal, Cisneros Escuen, admitió que actualmente no existe ningún programa de rescate del proyecto, por el contrario, hay total abandono de la zona y nadie se ha preocupado de las condiciones en que se encuentra esta especie que está protegida por ser especies en peligro de extinción, “de la laguna negra ya ni hablamos, porque a nadie le interesa frenar la contaminación”.