Se desperdician más de 300 litros de agua por segundo en Acapulco: CAPAMA

Galindo González, manifestó desconocer cuantas fugas de agua potable se registran en un día en la ciudad, ni las áreas en donde se puede tener el mayor número de escurrimientos.

Enrique Hernández Campos

  · martes 19 de marzo de 2019

El director de la Capama Leonel Galindo González, informó que en Acapulco se pierden un total de 300 litros de agua por segundo, por concepto de fugas que se registran diariamente en la red (tubería) que es utilizada para distribuir el vital líquido en más de 400 colonias populares, lo cual representa cerca del 11 por ciento de los tres mil 800 litros que se producen por segundo.

“Tenemos la instrucción de la presidenta Adela Román Ocampos, para dar el mayor esfuerzo en la distribución de agua y el cuidado del en la ciudad, pero esto se ha complicado ante la falta de mantenimiento en la red que ya esta muy deteriorada y que, por la presión del agua, cada momento se tienen fugas, pero estamos haciendo el mayor esfuerzo, para poder dotar de agua a todo Acapulco”, precisó Galindo González.

Foto: Abraham Cortés | El Sol de Acapulco

Informó que se está trabajando en una reingeniería administrativa y técnica al interior de la Capama, la cual tiene como principal prioridad fortalecer las áreas donde el organismo esta débil, como son los equipos de bombeo donde se hará una inversión de 30 millones de pesos, además de la rehabilitación de la red para evitar la pérdida de los 300 litros por fugas.

En su declaración el titular de la Capama, Leonel Galindo González, manifestó desconocer cuantas fugas de agua potable se registran en un día en la ciudad, ni las áreas en donde se puede tener el mayor número de escurrimientos del vital líquido, por el deterioro en el que se encuentra la tubería.

Por último, el funcionario, reconoció que una de las causas por las cuales la red representa un problema para la distribución del agua en la ciudad, es debido a que en ningún momento se destinaron los recursos económicos ni humanos que se necesitan para realizar los trabajos de mantenimiento, con los que se pudo haber evitado el deterioro de la tubería.