Restauranteros de Playa Bonfil presentaron una denuncia contra la CFE ante la Procuraduría Federal del Consumidor por cobrarles de manera excesiva el servicio de energía eléctrica, porque les llegan recibos de hasta 200 mil pesos que son imposibles de pagar y no han consumido tal cantidad de kilowatts.
Desde las diez de la mañana, un grupo de poco más de 20 restauranteros llegó a la Profeco y se quejaron de que inspectores de la CFE acompañados por agentes de la PGR fueron a intimidarlos a sus negocios y les dijeron que si no pagaban iban a ser detenidos y llevados a la cárcel.
El presidente de la asociación de restauranteros y hoteleros de Playa Bonfil, Sergio Mejía Vargas se quejó de que a pesar que existe un procedimiento de conciliación con la CFE, esta paraestatal les mande agentes de la PGR para intimidarlos y amenazarlos, por lo que hizo un llamado al Gobierno del Estado para que puedan intervenir en el problema antes de que crezca y exista algún enfrentamiento.
“Hace una semana llegaron a nuestros negocios de una manera arbitraria y prepotente tomando fotos en los negocios, nunca se acreditaron quienes eran, y los de la PGR nos dijeron que iba el abogado del área jurídica de la CFE, pero no se vale que nos vayan a amenazar cuando estamos conciliando”, expresó.
Mejía Vargas insistió que los restauranteros no se niegan a pagar el servicio de energía eléctrica, pero quieren cubrir un adeudo justo y no como se los están cobrando, toda vez que consideran que es excesiva la cantidad solicitada por la CFE que está afectando a 35 restauranteros y 70 casas habitación en la zona de La Bonfil.
“Es un robo lo que está haciendo la CFE con nuestra zona y playa Bonfil, lo que pedimos es un trato justo, que intervenga el Gobierno federal y del estado, que haya una mesa de trabajo y nosotros estamos dispuestos a negociar un cinco por ciento del adeudo total que tienen cada usuario y de ahí borrón y cuenta nueva para adelante”, señaló.
Recordó que la empresa más denunciada ante la Profeco es la CFE porque siempre cobran más a los usuarios del servicio y se aprovechan, porque no tienen competencia, es decir no hay otro consorcio que brinde el servicio de energía eléctrica y los ciudadanos deben someterse a sus reglas, aunque no les guste.
