La madrugada de aquel lunes 25 de marzo del 2019, una embarcación que prestaba servicio a Grupo Desarrollo Mexicano, propietario de la Marina Majahua, se hundió en la bahía de Puerto Marqués, derramando miles de litros de diésel que afectó el ecosistema marino y generó problemas de contaminación, en la actualidad sigue con un destino incierto.
Este naufragio que ha generado todo tipo de comentarios, está a la espera de que se determine si será rescatado del lecho marino y es llevado a otro sitio para su desmantelamiento, porque existe un grupo de prestadores de servicios turìsticos que están solicitando que este barco remolcador de plataformas, permanezca en ese sitio.
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El promotor e impulsor del deporte, Alfonso García, explicó que los prestadores de servicios turísticos de Puerto Marqués, se organizaron para solicitar al gobierno del estado y a la Capitanía de Puerto, que esta embarcación quede como arrecife artificial y permita recuperar las especies de peces que se han perdido.
Recordó que este barco era utilizado para remolcar plataformas durante la construcción del muelle, pero después estuvo en estado de abandono por varios años, hasta que por la falta de mantenimiento su casco empezó a dañarse por la corrosión y se filtró el agua.
De esto se hizo el reporte 14 días antes de que se hundiera a la Capitanía de Puertos, pero nadie hizo caso y finalmente naufragó, quedando a 15 metros de profundidad de este balneario, no sin antes provocar un severo problema de contaminación por el derrame de miles de litros de diesel.
A pesar que se retiró el combustible, el daño al lecho marino fue importante, pero finalmente la corriente marina limpió la zona, fue cuando inició la polémica de retirar la embarcación o dejarla en donde está, lo que generó que el caso quedará estancado.
Alfonso García encabezó la defensa de que el barco quede en el lugar y explotarlo como atractivo turístico, pues sería perfecto para la práctica del buceo, toda vez que en esa zona de la bahía, el mar es tranquilo y no es muy peligroso hacer las inmersiones.
Sin embargo, hay otro grupo de marquesanos que están pidiendo que el remolcador sea sacado del fondo y sea desmantelado, porque según denunciaron representa un peligro a otras embarcaciones y hasta para los mismos turistas.
Solo que las maniobras de la empresa que haga el trabajo costará 7 millones de pesos, según trascendió, por lo que ni los dueños de la embarcación quieren pagar, mucho menos las autoridades, pero además este grupo pide el pago de una indemnización por los daños que causó al ecosistema.
En esto no está de acuerdo el prestador de servicios turísticos, Alfonso García, pues afirmó que no está en alguna ruta de las lanchas y cayucos, en virtud de que está muy cerca del muelle y existen señalamientos que indican el lugar en donde está hundida la embarcación.
Por lo pronto, siguen buscando el acercamiento con Protección Civil, con la Marina Armada de México, con la delegación de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente, la Comisión Nacional del Agua y otras dependencias que tienen que ver con este asunto, para que se dé el visto bueno.
En un recorrido realizado por la zona del naufragio, se pudo observar que hay una señal de advertencia, con una banda de color naranja y una cubierta de plastico del mismo color, que cubre el mastil que sobre sale en la superficie.
La corriente marina lo hace moverse, pero finalmente cumple con su cometido de advertir a otras embarcaciones que ahí se encuentra reposando este remolcador de estructuras, que permanece a la espera de que se determine su destino final.