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Jaime Salazar Figueroa, presidente del Consejo Mexicano de la Industria de Reuniones (COMIR) organizador del XXVII CNIR, dijo que será hasta el 2023 cuando se tenga una recuperación solida de congresos y exposiciones así como en materia económica.
En conferencia de prensa, dijo que si en el 2020 se perdieron por la pandemia 3 mil millones de pesos al cancelarse los Congresos, en el 2023 se puede tener una recuperación de 6 mil millones de pesos pero sólo lo si es capaz de incorporar nuevos elementos.
Comentó que en materia de recuperación y de acuerdo a los estudios que han realizado, es que para este año se vivirá una situación similar a la del 2020.
“En la encuesta de opinión que mandamos a los participantes se piensa que la caída de la industria de los ingresos este año puede ser de alrededor del 40 por ciento”.
“Sí se espera una caída muy fuerte todavía en el 2021 pero menor que en el 2020 que fue el 58%, entonces empieza notarse esos signos de recuperación y de retorno de la actividad económica y de los impactos”, precisó.
Salazar Figueroa, comentó que la industria de reuniones es un factor que permite ayudar a la reactivación de la economía en varios de los segmentos, pero también son una especie de espejo que refleja lo que esta pasando.
Señaló que muchas de las empresas que están en el ramo de la industria de reuniones, el 90 por ciento son pequeña empresas y estas requieren apoyos financieros para poder reactivarse.
En ese sentido, comentó que se requiere acudir a todos los intermediarios financieros que existen en el pais para encontrar fórmulas que les ayuden a obtener el capital de trabajo suficiente para contratar servicio, labor de promoción y generar mas eventos.
“Para ellos tenemos que buscar todas las alternativas desde nacional financiera hasta el ámbito federal hasta todos los programas económicos que puedan ver en los estados y municipios”, refirió.
Dijo que lo más novedoso que se ha estado dando es la negociación de la cadena de suministro, que es la que le ha apostado al capital de riesgo.
En ese sentido, ejemplificó que están muy dispuestos así como muchos otros recintos del país a pasar junto con el organizador a reactivar los eventos, es decir, la contratación tradicional que se tenía de dar pagos y anticipos a veces hasta con un año de anticipación ya no va a ser así.
Comentó que ahora tiene que ser modelos totalmente nuevos y se requiere de mucha apertura y de romper los viejos paradigmas.