Con una misa por el 21 aniversario luctuoso, fueron recordados todos aquellos que perdieron la vida a consecuencia de la catástrofe que provocó el intenso huracán Paulina el nueve de octubre de 1997.
La explanada de La Esperanza, que fue construida sobre el Río del Camarón cinco años después de los acontecimientos de 1997, ayer fue invadida por acapulqueños y trabajadores de Protección Civil y Bomberos que se dieron cita para escuchar las plegarias que hizo el padre Abelardo Aranda Echeverría en memoria de las mujeres, hombres y niños que murieron por la intensidad con la que azotó el fenómeno natural.
Durante la celebración a la que asistió la secretaria de Desarrollo Social, Emily Janeth Ramírez en representación de la alcaldesa Adela Román Ocampo, el representante de la Iglesia católica hizo un llamado a la unidad a todos los acapulqueños para enfrentar catástrofes como la ocurrida el pasado nueve de octubre de 1997.
En la plaza de La Esperanza fueron colocadas más de 30 veladoras, una corona floral y un pebetero que antes de la celebración eucarística fue encendido por la titular de Sedesol.
Por otro lado, el padre Abelardo Aranda manifestó que recordar este acontecimiento que es doloroso, es cuestionarnos de lo que ha sucedido hasta la fecha y de lo que se ha hecho para no volver a sufrir un desastre por un fenómeno natural.
“La parte más difícil de hace 21 años fue ver que todo Acapulco se encontraba bajo el agua, seamos unidos, no veamos por nuestro propio beneficio sino por el beneficio de los demás”, expresó.
Por último, dijo no hay otro camino más que la unidad de la sociedad para lograr una verdadera transformación de Acapulco.