Doña Reyes Valente Hernández perdió todos sus aparatos electrónicos tras los devastadores efectos que dejó las constantes lluvias del huracán John en su poblado Agua Caliente, ubicado en los Bienes Comunales de Cacahuatepec, en la zona rural de Acapulco.
Pese a que su hogar no se ubica cerca del río Papagayo, esta se inundó más de un metro de altura, hecho que la consternó pues creyó que perdería su vida bajo el agua.
“Creí que me iba a morir porque acá hizo mucho aire, me dio mucha tristeza perder mis cosas, mi tele donde veía mis novelas, mi refrigerador, ventilador, la licuadora, todo se hecho a dañar”, narró.
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Lo único que ella pudo rescatar fueron los colchones pues con técnicas para secarlos logró que no se fueran a la basura.
“Puse a secar el colchón con un ventilador que se compró y también les ponía sabanas, para que se secaran más rápido y para poder dormir más, sino pues como”.
Recordó cómo en uno de los fenómenos naturales las láminas de los techos de las viviendas se volaban, incluyendo la suya, hecho que causó gran temor pues se imaginaba lo peor.
“Me quedé traumada por Otis y John, oigo un ruido y me da miedo, pánico y hasta la vez me da miedo, de repente oigo una lámina que cae o un ruido fuerte me da pánico y yo sufro de azúcar y de la presión”.
Afortunadamente las pérdidas de la señora Reyes y familia no fueron humanas sino solo materiales, las cuales recuperará poco a poco, con su pensión y con la esperanza de que los gobiernos la puedan ayudar.
“Llovió sin descansar, muchísima agua y cómo la casa es de material por eso se me empezaba a trasminar por eso se mojaron todas mis cosas”.
Las intensas lluvias provocaron que los caminos y veredas de los Bienes Comunales de Cacahuatapec se cortaran, dejándolos incomunicados por ciertos días, situación que provocó los alimentos se escasearán y se disparan al doble de su precio.
“Casi no hay comida, cuando pasó esto, las cosas estaban recarísimas, re carísimas el casillero de huevos valía 160 pesos y el kilo de jitomate en 60”.
Ante ello, después de dos semanas y media la Secretaria de Marina llevó vía aérea chas de despensa con alimentos no perecederos las cuales por lo menos solventará su alimentación por una semana.