El coordinador de Protección Civil y Bomberos, Efrén Valdés Ramírez, confirmó que científicos de Estados Unidos, Japón y México, pretenden realizar micro sismo con cañones de aire frente a las Costas de Acapulco y Papanoa, que ayudarían a analizar la Brecha Guerrero, donde no se ha producido un gran terremoto desde 1912.
El funcionario municipal refirió que, aunque de momento es limitada la información que dispone, refirió que los investigadores han hecho oficial que, en el mes de marzo, con el Buque Langseth, propiedad de la Fundación Nacional de Ciencias de Estados Unidos, harán pruebas sísmicas en la Brecha Guerrero, entre Acapulco y Papanoa.
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El objetivo central, es intentar predecir futuros terremotos, minimizando escenarios de desastre en el Pacífico mexicano y la Ciudad de México, donde se encuentran la Brecha de San Andrés, la falla de Cocos y la Brecha Guerrero, por ello la idea es realizar estudios de alta precisión.
Valdés Ramírez señaló que, existe preocupación de la comunidad científica porque hay la amenaza latente de que las placas tectónicas se reacomoden y esto provoque un terremoto sin precedentes, que afectará no sólo a lo largo de ambas Costas de este estado suriano, sino también a la capital del país.
Mientras que la regidora del cabildo porteño, Ricarda Robles Urioste, indicó que, hasta el momento la información que disponen es que los científicos, usarán cañones de aire y se generarán pequeños sismos de 1 o 2 grados para obtener una especie de radiografía del subsuelo a una profundidad de 10 o 15 kilómetros por debajo del lecho marino.
Indicó que tienen conocimiento que las pruebas a realizarse en el océano, entre Acapulco y Papanoa, son señales muy pequeñas por lo que no representan riesgos para la sociedad ni la fauna marina, el Langseth tiene capacidad de proporcionar un nuevo nivel de resolución y adquisición de datos en el estudio del movimiento de las placas tectónicas.
En suma, el equipamiento de la nave de investigación les permitirá obtener imágenes profundas de la estructura de la tierra para que los geofísicos marinos sean capaces de comprender los procesos de terremotos y tsunamis.