La protesta del pequeño grupo de trabajadores que encabezó el secretario general de la delegación D-V-13, Francisco Zárate Pérez, no afectó las clases en el Instituto Tecnológico Nacional campus Acapulco, además que su propósito central es recuperar el negocio de ventas de plazas y la designación de funcionarios.
A través de un comunicado, el instituto informó a la opinión pública que las acusaciones que hace el dirigente sindical Zárate Pérez sobre un supuesto acoso laboral al personal académico, es inexistente, pues lo único que se aplica son las medidas normativas que instruye el reglamento para garantizar la academia a los estudiantes.
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Se explicó que el fondo tiene que ver que a la llegada del director general del Instituto Tecnológico Nacional campus Acapulco, Salvador Herrera Soriano, descubrió que Francisco Zárate tenía el control de las cafeterías, la venta de plazas y la designación de funcionarios, por lo que puso orden y le retiró éstas atribuciones.
A partir de ese momento, el líder sindical emprendió una serie de acciones que afectó el proceso de enseñanza-aprendizaje de los estudiantes y con su grupo, no solo intimidó al personal académico sino que llegó a la agresión y cerró el campus Acapulco.
Por estos hechos se integraron carpetas de investigación que están en proceso, sin embargo, Zárate Pérez se niega a perder los derechos que tenía y que le representaba un lucrativo negocio, por lo que organiza protestas inventando supuestos y trata de hacerse víctima ahora que se aplica el reglamento interno.
Este viernes participaron 21 trabajadores y 6 administrativos en la protesta, que no afectó las clases porque la plantilla la integran 376 académicos y trabajadores administrativos que están comprometidos con mantener la calidad educativa en sus 8 carreras que se imparte a más de 4 mil estudiantes.