Ante la falta de apoyo por parte de las autoridades de gobierno, propietarios de embarcaciones que fueron afectadas por el pasado huracán Otis en octubre del 2023, rentan maquinaria pesada para recuperar del fondo del mar los restos de sus embarcaciones.
Hasta el momento según los propios trabajadores de yates en la zona del malecón, han sido recuperadas del fondo del mar, unas 40 embarcaciones que se hundieron a consecuencia de los daños que les ocasiono el “potente” huracán la noche del 24 y madrugada del 25 de octubre.
La recuperación de las embarcaciones entre estas algunos yates de lujo y lanchas a casi tres meses de los estragos de Otis, se está realizando de manera individual por cada uno de los propietarios de los mismos debido a que no se ha tenido el respaldo de ninguna autoridades de los tres niveles de gobierno.
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Los restos de las embarcaciones que son sustraídas en pedazos con las grúas del fondo del mar, son llevadas a predios particulares para proceder a su reparación o desmantelamiento total, o en otro de los casos, los restos son colocados sobre el concreto en el área del malecón, para posteriormente ser llevados a un astillero donde se puedan reparar.
El rescate una embarcación del fondo del mar por medio de maquinaria pesada (grúa de más de 50 toneladas de peso), representa un gasto económico para cada propietario de poco más de 100 mil pesos debido a que el pago por este servicio es por hora, por lo que se paga por cooperación entre dos o tres dueños de un barco hundido.
Según autoridades de Capitanía de Puertos, en Acapulco se tiene un registro de casi 700 embarcaciones de distintas dimensiones que fueron devastadas por el fuerte huracán Otis, varias de estas se encuentran hundidas en el fondo del mar, mientras que otras, fueron arrastradas por los fuertes vientos hasta la zona de arena y piedras en playas como Manzanillo y Playa Honda.
A las maniobras para sacar a flote un barco que fue hundió por el pasado huracán, se suman también los propios trabajadores de las embarcaciones, quienes realizan los amarres de arnés y cuerdas para poder sacar los restos de lo que representó hasta antes del fenómeno meteorológico su fuente de trabajo.