La avenida costera Miguel Alemán, no sólo fue invadida por miles de toneladas de basura, escombro y tierra que dejó a su paso el huracán Otis el pasado mes de octubre, sino también por varios postes metálicos y de concreto que también fueron colapsados por la fuerza del fenómeno natural.
A casi tres meses del paso del huracán, en los poco más de 12 kilómetros de la avenida costera Miguel Alemán, siguen varios postes derrumbados sobre la zona de playa y en la banqueta por donde transitan acapulqueños y visitantes que pese a todo llegan al puerto durante los fines de semana.
Son postes de metal, algunos más de concreto, y otros de madera que hasta antes del paso de Otis con sus ráfagas de viento de más de 250 kilómetros por hora, funcionaban para dar servicio de alumbrado público en la zona turística, para el cableado de los servicios de la CFE, de telefonía y servicio de televisión por cable.
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Hoy en día y a casi tres meses del fenómeno meteorológico, los postes siguen en el mismo lugar donde los dejó Otis, representando un riesgo de accidente para quienes transitan por la banqueta de la costera ya que muchos están a punto de colapsar.
Al igual que los postes, la fuerza del huracán el pasado mes de octubre, también desprendió las pesadas estructuras de concreto con tornillos en las que se encontraban instaladas las luminarias.
Desde la zona de la Glorieta de la Base Naval, hasta el área de Caleta y Caletilla, así como en la avenida Adolfo López Mateos que conduce a Sinfonía del mar y la Quebrada, se ubican los postes de metal y concreto derrumbados desde hace casi tres meses.
El empresario restaurantero en playa Papagayo, Jorge Silva, dijo que el problema de los postes de la CFE, de alumbrado público y de empresas de telefonía y de TV por cable, son un peligro ya que muchos están derrumbados y otros se encuentran a punto de colapsar.
“Ya son casi tres meses en que paso el huracán, y los postes aún siguen sobre la banqueta y otros sobre el área de arena de las playas y estos representan un mayor peligro, porque hay hasta menores de edad, que podrían sufrir algún accidente, es necesario que sean retirados por las autoridades, uno como empresario, no puede proceder a quitarlos porque son propiedad privada”, señaló.
Indicó que en las playas hay pedazos de concreto donde estaban colocados los postes de metal que tienen varillas y tortillos y estos son de mayor peligro para los visitantes y propios acapulqueños que acuden a disfrutar de las playas.