El segundo día del puente vacacional por aniversario de la Revolución Mexicana cambió el rostro de algunas playas de Acapulco abandonadas tras el paso y destrucción que provocó el huracán Otis.
El pasado 24 y 25 de octubre el fenómeno arrasó con hoteles, restaurantes y miles de negocios de la zona turística y toda la ciudad.
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Al inicio del fin de semana largo, las playas del puerto registraban muy escasa presencia de visitantes provenientes, principalmente de la Ciudad y Estado de México, así como de Morelos y algunos poblanos.
Contrario a lo observado ayer sábado 18 de noviembre, este domingo la playa Papagayo en el Asta Bandera registró una mayor presencia de turistas que disfrutaban en familia este balneario.
La visita de los vacacionistas que llegaron a hoteles de 3 y 4 estrellas, activó a los prestadores de servicios que comenzaron a ofrecerles y recorrer los balnearios expendiendo sus productos.
Los meseros de restaurantes del lugar, que se encuentran en reconstrucción, también daban servicio de alimentos y bebidas a los turistas que rentaron las sombrillas, así como sillas que van en paquetes diferentes. Las sillas se rentan por separado.
Los costos oscilan por promoción de Otis entre 100 y 200 pesos, que incluye 4 sillas, una sombrilla y una mesa.
Otro de los balnearios que registró una ligera presencia es la de Caleta y Caletilla donde, al igual que en Costera, persisten cúmulos de basura con pestilentes olores por los desechos acumulados.