Comerciantes del mercado de La Laja, aseguraron que la colocación de madera y el cierre de circulación por parte del ayuntamiento sobre la avenida Ruiz Cortines, no disminuye el riesgo que representa para miles de ciudadanos las casas de los López que se encuentran en riesgo de colapsar.
Ante el riesgo de que las dos casas amarilla y blanca ubicadas en la parte alta del cerro caigan, sobre la avenida, los vendedores exigieron que las propiedades, sean demolidas antes del inicio de la temporada de lluvias.
Indicaron que el muro de madera (triplay) y una pequeña malla, no van a detener la casa si está llega a colapsa ademas de talud de tierra que puede caer también sobre los carriles.
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La mañana de este miércoles, personal de Protección Civil municipal municipal y elementos de la policía vial de la Secretaria de Seguridad Pública, cerraron la circulación vehicular en mas de 30 metros de los carriles Cima-Centro y colocaron una barricada de madera en el camellón central de la arteria y sobre la banqueta como medida de prevención por el riesgo de colapsar la casa blanca una de las dos propiedades de quien fuera diputado local por el PRD, Marco Antonio López.
Los vendedores, manifestaron que la acción inmediata que deben de tomar las autoridades, es la demolición y no solo de una de las casas, sino las dos considerando que la propiedad amarilla es de tres niveles, y también muestra afectaciones desde las lluvias y el sismo del mes de septiembre del año pasado.
'Ya vienen las lluvias y esa temporada, también se registran sismos como hace un año y las dos casas son un peligro, no solo una como dicen las autoridades, por lo que ambas deben de ser demolidas antes que se registre alguna desgracia", dijo Luís uno de los vendedores del mercado La Laja.
Señaló que no es necesario ser perito, para darse cuenta de que también la casa amarilla está en riesgo de caer, y esto si sería muy lamentable debido a que en la parte baja de ésta, hay casas habitadas.
Coincidió en que la colocación de madera no es una solución, ni tampoco disminuye en nada el riesgo que representan las casas a punto de caer.