Pide Arzobispo iniciar La Cuaresma con ayuno y oración por la paz

El prelado de la iglesia católica exhortó a arrepentirse para cambiar de mentalidad y cambiar de vida y seguir el modelo de Jesús

Heidi Nieves | El Sol de Acapulco

  · domingo 27 de febrero de 2022

Leopoldo González pidió seguir el camino de la paz. / Foto: Cortesía | Arquidiócesis de Acapulco

El arzobispo de Acapulco, Leopoldo González González llamó a la sociedad a iniciar el próximo miércoles 2 de marzo La Cuaresma con el rito de imposición de la ceniza, ayunar y unirse en oración para pedir por la paz del mundo.

Durante su mensaje dominical a través de la página oficial de la arquidiócesis de Acapulco, el prelado de la iglesia católica exhortó a arrepentirse para cambiar de mentalidad y cambiar de vida y seguir el modelo de Jesús, que pasó la vida haciendo el bien. “La Cuaresma nos invita a recorrer ese camino, es el camino que conduce a la resurrección, a la vida en plenitud. Es el camino que construye La Paz”.

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En su mensaje replicó las palabras del Papa Francisco donde invitó a no cansarse de hacer el bien. “Para ello hemos de poner nuestra fe y nuestra esperanza en el Señor, porque sólo con los ojos fijos en Cristo resucitado podemos acoger la exhortación del Apóstol San Pablo a no cansarnos de hacer el bien” destacó González González.

Dentro de los tres aspectos de “no cansarnos” destacó; el no cansarse de orar porque se necesita de Dios y nadie se salva solo, pero, sobre todo, nadie se salva sin Dios; no cansarse de extirpar el mal de nuestra vida, a través del ayuno corporal que la Iglesia pide en Cuaresma fortalece el espíritu para la lucha contra el pecado.

Y por último encomió a no cansarse de hacer el bien en caridad activa hacia el prójimo, practicando la limosna, dándola con alegría y cuidar a quienes se tiene cerca .

Finalmente Leopoldo González enfatizó en que La Cuaresma es un tiempo propicio para buscar y no evitar a quien está necesitado; para llamar y no ignorar a quien desea ser escuchado y recibir una buena palabra; para visitar y no abandonar a quien sufre la soledad. “Si no nos cansamos de hacer el bien, día a día construimos la paz”.