Los petrograbados que dejaron los primeros habitantes de Puerto Marqués, no solo están en total abandono y han sido objeto de vandalismo, sino que ninguna autoridad ha tenido la iniciativa de explotar esta zona como atractivo turístico.
La bahía se localiza aproximadamente a 10 kilómetros (6.5 millas) al sur de la ciudad de Acapulco, colinda con la laguna negra y la playa Revolcadero, es uno de los sitios naturales que todavía conserva flora y fauna endémica, a pesar de la construcción de nuevos desarrollos habitacionales.
Lea también: ¿Conoces la antigua ciudad de Pezuapan?
El promotor e impulsor del deporte, Alfonso García, quien es un hombre que se dedica a realizar paseos en lancha, dijo que en este sitio cientos de años antes, la primera civilización en poblarla fueron los tezcatecos, tuztecos y yopes a finales de la época prehispánica, los cuales dejaron petroglifos.
Se trata de cinco petrograbados, cuatro de animales marinos y uno de un chamán, además, en 1990 se encontró en ese sitio una de las cerámicas más antiguas de Mesoamérica, cuya cronología es de aproximadamente 2 mil 300 años antes de Cristo.
Para poder llegar hasta donde se encuentran los vestigios de la primera civilización que habito la bahía, se puede ir rodeando el área agreste que se junta con las rocas donde rompen las olas, pero también se puede hacer en una embarcación con motor fuera de borda.
Alfonso García quien es nativo del lugar, recuerda que sus ancestros lucharon por defender sus tierras, pero al final fueron despojados durante el gobierno del presidente de la República, Miguel Alemán Valdés, por lo que se perdieron hectáreas de tierra rica en vestigios prehispánicos.
A la fecha solo se conservan algunos petroglifos, que al no estar bajo ningún cuidado de alguna autoridad, los grafiteros los pintaron y ahora son casi invisibles, pero también el paso del tiempo los ha ido borrando de las rocas que son golpeadas por las olas.
Hay testimonios de que cuando cae una tormenta fuerte en esa zona, la corriente pluvial arrastra pedazos de figuras hechas de piedra o de cerámica, que son recolectadas y vendidas a los turistas como suvenires, perdiéndose parte de la historia de los viejos nativos de Puerto Marqués.
Al realizar un recorrido por la parte costera, en efecto, son visibles figuras de una ballena; en otra roca se observa un pescado y una tortuga, mientras que en otra se puede ver un pez vela, que están expuestos a la intemperie y a las inclemencias del tiempo.
Pero también se puede observar cómo grafiteros han puesto su sello característico en algunas rocas, borrando parte de los vestigios, tal y como lo dijo el promotor turístico, Alfonso García, quien denunció que han pedido su intervención al Instituto Nacional de Antropología e Historia, pero nunca les dieron respuesta.
Con esto, la dependencia incumple con su deber de investigar, conservar y difundir el patrimonio arqueológico, antropológico, histórico y paleontológico de la nación con el fin de fortalecer la identidad y memoria de la sociedad que lo detenta, porque en el caso de Puerto Marqués, lo condenó al olvido.
Aseguró que todavía se está a tiempo de hacer algo para su rescate, pero sobre todo, que exista una coordinación con el gobierno del estado y el propio municipio, de tal forma que se aplique un programa de rescate y que se le dé utilidad como atractivo turístico.
Lastimosamente se pudo corroborar que nadie le interesa la conservación de estos vestigios, pues la prioridad en Puerto Marqués es seguir explotando su bahía, aunque ahora está restringida por el muelle, pues en su construcción se rellenó para estacionamiento una franja de playa y mar, que afectó a la zona de restaurantes.