En una zona de riesgo se ha convertido transitar por la recién remodelada avenida Farallón del Obispo tanto para automovilistas como para peatones debido a que no se cuenta con semáforos, luminarias y las banquetas no están terminadas , situación que se suma a la ruptura del concreto para introducir tomas de agua potable que no se conectaron.
El pasado 14 de octubre fue reabierta la circulación de dicha vía por haber “concluido” su rehabilitación, obra realizada por el gobierno de Héctor Astudillo Flores que tuvo un costo de inversión de 117 millones de pesos.
Sin embargo, a más de un mes de event reanudado la circulación, ciudadanos se quejan ante la falta de irregularidades que destacan, como la falta de semáforos y de policías viales para poner orden en la circulación.
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Padres de familia que llevan a sus hijos a una escuela particular transitan por dicha vía con la zozobra de no tener algún accidente a la hora de bajar del fraccionamiento Cumbres, e incorporarse a la avenida, debido a la alta velocidad con que bajan automovilistas de la colonia La Garita.
Aunado a los diversos cortes de calles que se tienen por no haber reparado algunas tuberías de agua antes del reencarpetamiento. A eso se le suman banquetas inconclusas y registros sin tapaderas , que ponen en peligro a transeúntes al caminar por la zona.
Cabe señalar que vecinos del Movimiento Farallón dirigieron un documento a las gobernantes en turno para que atiendan de inmediato. No obstante, se ha hecho caso omiso de por lo menos contar con la presencia de agentes de la Policía Vial para poner orden en la circulación en lo que instalan los semáforos.