Comerciantes estatablecidos en playa Calinda temen sufrir un accidente debido a que los fenómenos naturales como el huracán Otis y de marea alta que constantemente se registra en esta parte de la bahía, han acabado con la estructura de concreto de todos los puestos.
Manifestaron que el problema aumentó en octubre del año pasado, cuando la fuerza del huracán desprendió los techos de los locales, así como las estructuras de metal que se tenían, demás de entrañadas, mercancia y muebles que se encontraban al interior de los puestos.
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“En estos momentos no tenemos ningún tipo de garantía para mantener la mercancía en los locales, ya que no se cuenta con lámina en los locales, están al aire libre, requerimos de ayuda; lo poco que dio el gobierno federal se destinó a la limpieza y a la compra de mercancía para poder reactivar la economía de por lo menos unas 50 familias que están en este parían ya todo destruido”, señaló Carlos Alberto González.
El comerciante, indicó que todos los locatarios de esta zona ahora deben llevarse toda su mercancía a sus casas por cuestiones de seguridad, además debemos de cerrar más temprano porque tampoco se cuenta con un alumbrado en la playa deficiente.
Alberto González expresó que otro de los problemas a los que se han enfrentado después de los daños considerables que les dejó el huracán Otis hace seis meses, es la falta de servicios públicos como el agua potable y energía eléctrica al interior de cada puesto deteriorado.
Manifestó que han solicitado el apoyo de las autoridades de los tres niveles de gobierno, para que les otorguen créditos no regalados para que puedan rehabilitar el parían donde por años han estado trabajando.
Dijo que si requieren del respaldo de las autoridades, ya que de lo contrario seguirán trabajando en un lugar donde corren el riesgo de sufrir un accidente.
El parían en Playa Calinda tiene más de 40 años de haber sido edificado con material de concreto, y durante este tiempo no ha tenido un proceso de rehabilitación, lo que ha provocado que se convierta en una área de vulnerabilidad ante fenómenos naturales.