El vocero de colectivo de Restaurantes Aislados pero Unidos, Enrique Castro Soto, aseguró que si Guerrero logra pasar a Semáforo epidemiológico color verde, no garantiza que más de 20 restaurantes que cerraron por la mala situación económica debido a la pandemia de Covid-19, puedan abrir.
Dijo que los principales beneficios de pasar a Semáforo Verde, sería tener más comensales y ampliación del horario para el servicio, pero no se podría dar una reactivación económica.
Castro Soto, aclaró que el pasar a Semáforo Verde no impactará en que los negocios que están cerrado pueda abrir de nuevo, “simplemente que aquellos que están operando van a tener la oportunidad de tener más mesas”.
Aclaró que los negocios que dejaron de funcionar fueron por problemas financieros en donde se requiera por parte del gobierno estatal apoyos económicos para la reactivación o solicitar prestamos bancarios.
“El Semáforo verde no nos garantiza abrir aquellos negocios que han cerrado porque es un problema de liquidez , de deuda y ese ha sido motivo del cierre y los que ya cerraron seguramente ya no van a volver abrir hasta que tengan algún préstamo o financiamiento”.
Dentro del colectivo de Restaurantes Aislados pero Unidos, hay 20 negocios que han cerrado de al menos 170 que lo integran, “es un 10 por ciento de negocios que cerraron y es difícil que vuelvan abrí porque implica mucho dinero”.
En cuanto a las vacaciones de Semana Santa y de Pascua, comentó que obtuvieron ventas del 30 por ciento pero no fue como se hubiera deseado a pesar de que estaban consientes de que no sería una reactivación económica como lo esperaban. “No fue una buena temporada”.
Señaló que algunos restaurantes de playa fueron beneficiados así como los que se ubican en la avenida escénica, sin embargo para el “grueso” de los restaurantes fue una temporada regular.
Dijo que están consientes de que la recuperación económica no va ser pronto ni va ser en este año y pronostican los empresarios que este 2021 será un año difícil en materia económica que en comparación al 2020.
Confió que el gobierno les permita seguir operando, el cuál es fundamental para los restauranteros y la recuperación económica se vaya dando de manera paulatinamente.
“No fue una buena temporada, a comparación al año pasado que no se tuvo nada, sin embargo la Semana Santa es el segundo periodo de mayor venta que tenemos en el año y no se cumplieron las expectativas que muchos restaurantes teníamos”, señaló.