La música suena, las manos se entrelazan, los cuerpos se mueven, los pies van de aquí para allá y viceversa, el trago a una cerveza, da comienzo a olvidar la sana distancia y empiezan las charlas interminables.
El patrón se repite cada fin de semana, donde la desatención a las recomendaciones de las autoridades sanitarias, son cumplidas en la menor medida por parte de cientos de turistas en balnearios de la ciudad.
Visitar las playas de Acapulco no deja de ser una fiesta a pesar de la emergencia sanitaria en la que se encuentra el mundo. El riesgo, regresar a semáforo epidemiológico color rojo en Semana Santa.
Bailar de jaladito en su estancia a la orilla del mar, disfrutar amontonados de la comida, bebida y divertirse, conjugan una amalgama de sentimientos que provocan en la mayoría, olvidarse de la problemática en la que el país se encuentra anclado, pero también un riesgo de contagio.
Los casos de Coronavirus siguen aumentando, pero también las defunciones. La problemática no solo es nacional, la escasa aplicación por la baja llegada de biológicos es parte del repunte, al menos en México, donde no se cuidan los protocolos sanitarios. Al mexicano, le vale.
Sin embargo, con las pocas dosis que se han aplicado en México, la población ha recobrado la confianza, se deja seducir por imágenes y palabreo, por lo que prefiere olvidar, bailando, nadando, jugando o realizando alguna otra actividad en las playas de Acapulco.
En fechas pasadas, el gobernador Héctor Astudillo Flores, recriminó la desatención de los visitantes por no utilizar cubrebocas, una de las recomendaciones de las autoridades para visitar las playas o acudir a restaurantes.
No obstante, la historia no termina, la llegada cada fin de semana de los turistas, está obligando a las autoridades a prepararse para las vacaciones de Semana Santa, donde se prevé el arribo de miles de visitantes a las playas de Acapulco y Zihuatanejo, o en otras de las costa chica o grande de la entidad donde será más complejo obligar a los visitantes a acatar las medidas sanitarias y evitar la tercera ola de contagios.